La nueva escuela mexicana
Pobre de Gil y sus maestras Sonia, Delfina, Eustolia, ellas les enseñaban a los niños a leer y a escribir, pero resulta que ahora se trata de aprender los procesos de colonización, la apropiación de la cultura a través de la lectura y otras zarandajas...
Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil leía una nota de Karina Suárez en su periódico El País: “el presidente de México, Andrés Manuel L(i)ópez Obrador, ha puesto en marcha las ruedas de lo que concibe como una ‘Nueva escuela mexicana’ a partir del próximo ciclo escolar. El nuevo plan de estudios propuesto por la Secretaría de Educación Pública para la educación básica carga contra lo que concibe como ‘los procesos de colonización y sus dominios’ y desarrolla siete ejes de formación, entre los que figuran la inclusión, el pensamiento crítico, la igualdad de género, la apropiación de las culturas a través de la lectura y la escritura. El plan de estudios, en este momento en consulta ante la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria, comenzará como prueba piloto en octubre próximo en alrededor de 900 escuelas del país y se implementará de lleno a partir del ciclo 2023-2024. El resto de los alumnos seguirán con el modelo clásico este curso”.
Pobre de Gil y sus maestras Sonia, Delfina, Eustolia, ellas les enseñaban a los niños a leer y a escribir, pero resulta que ya la cosa no es tan fácil facilona, ahora se trata de aprender los procesos de colonización, la apropiación de la cultura a través de la lectura y otras zarandajas. Gamés pensó que esas cosas deschavetadas se aprendían, si acaso, en la universidad, pero resulta que desde chiquitos se estudiará la colonización y la apropiación de la cultura. ¿Ustedes entienden de qué va esto? Gil tampoco, pero sí entiende que adoctrinar no es una forma de la educación. ¿Cómo la ven? Dicho sea esto sin albur educativo.
Llega Leti
El próximo ciclo escolar toca a la puerta. En un documento de más de 200 cuartillas se promoverá la formación integral y humanista desde la educación inicial hasta la superior. Más de 200 cuartillas, con el perdón, pero que lo lean Delfina y sus mamás de Delfina, al parecer tiene varias. Ella, la mismísima secretaria, enfatizó que el nuevo plan encierra un proceso de capacitación gradual de los maestros. El documento de la propuesta estima un costo de alrededor de 170 millones de pesos en formación de docentes, mientras que el beneficio económico de la nueva estrategia se calcula, según la SEP, en más de mil 800 millones de pesos.
Pero resulta que Delfina dejó su lugar a Leticia. El cambio se produce en medio de una revisión de lo que se estudia y cómo se estudia muy alejada de los parámetros clásicos en las materias clásicas y que proponen la didáctica y la evaluación como únicos modos de valorar el aprendizaje.
Revisar la educación, nunca estará de más, faltaba menos, pero lean y oigan esto: “la Nueva Escuela Mexicana busca que los estudiantes vivan los derechos humanos desde sus realidades concretas, en su cotidianidad y en permanente relación con la diversidad territorial, social, lingüística y cultural”.
Pobres niños, antes de aprender a leer y a escribir tendrán que recitar los derechos humanos con lágrimas en los ojos. Ya en serio, no manchen, a veces los niños son niños y no Mario Delgado aprendiendo la lección en la carpa del prócer Félix Salgado Macedonio.
La nueva estrategia educativa que tendrá que echar a andar Leticia Ramírez para más de 20 millones de alumnos tratará de derribar la “lógica colonial”, a saber: “el dominio económico, como la apropiación de la tierra y la explotación humana; el dominio político, que comprende el control de las autoridades; el dominio social, representado por el control del género, la clase social, la sexualidad, la condición étnica; el dominio epistémico, dedicado al control del conocimiento y las subjetividades”.
El texto educativo (es un mal decir) vuela al infinito y más allá: “lógica colonial, la apropiación de la tierra, el dominio social, el control de género, la condición étnica, el dominio epistémico”. Esto último puso muy nervioso a Gil: le dio la viruela epistémica.
Ahora resulta que las aulas se llenarán de niños preocupados por la perspectiva de género
Niñas y niños
Gil hace un llamado urgente: dejen que los niños y las niñas jueguen en paz, que inventen sus mundos, no fastidien. Ahora resulta que las aulas se llenarán de niños preocupados por la perspectiva de género, la apropiación de la tierra y la condición étnica. Gilga imagina los recreos dantescos, niños y niñas llorando por la situación en la cual viven las minoría indígenas. Maestra, Pedrito no cesa de llorar por la situación de la apropiación de la tierra, ¿Cuál tierra, Jaimito? No sabemos, directora, pero dan ganas de llorar.
Todo es muy raro, caracho. Como diría aquel clásico. “Son bonitos, son durables, son juguetes Plastimarx (Arriaga)”.