Milenio Puebla

Murillo Karam, Osorio Chong y Peña Nieto

- DIEGO ENRIQUE OSORNO deo@detective.org.mx

Jesús Murillo Karam, procesado hoy por la desaparici­ón de los 43 estudiante­s de Ayotzinapa, es uno de los miembros más activos y poderosos del PRI de los últimos 30 años.

Aunque había sido senador, gobernador y subsecreta­rio de Estado, la cúspide de su trayectori­a sucedió alrededor de Enrique Peña Nieto, con quien estableció una relación cercana tras ser delegado priista y luego coordinado­r de la campaña que lo llevó a la gubernatur­a de Estado de México en 2005.

Murillo Karam se convirtió ahí en uno de los arquitecto­s y operadores de la meteórica carrera de Peña Nieto rumbo a los comicios de 2012, durante las cuales asumió la presidenci­a de la Comisión Nacional de Procesos Internos priistas que eligió al entonces mandatario mexiquense como candidato presidenci­al.

Fuera del Grupo Atlacomulc­o, Murillo Karam era el principal consejero de Peña Nieto. Entre otros menesteres, le ayudó a negociar con los demás grupos priistas. Organizó así unareunión­conManlio Fabio Beltrones, a fin de que acordaran los límites de la contienda presidenci­al priista y no hubiera guerra sucia entre ambos equipos.

Para esta cita a puertas cerradas que duró todo un día, Murillo Karam buscó un espacio alejado, neutral y seguro, por lo que pidió al entonces gobernador de Hidalgo, Miguel Osorio Chong, una quinta oficial en la cual pudiera

No es descartabl­e que salgan a relucir nombres y responsabi­lidades

darse el cónclave entre Peña Nieto y Beltrones, quienes establecie­ron así un pacto y evitaron la cruenta batalla que se pronostica­ba entre ambos.

A raíz de ese encuentro secreto gestado por Murillo Karam, Osorio Chong —quien formaba parte del grupo de la maestra Elba Esther Gordillo— estableció vínculo directo y propio con Peña Nieto y a la postre se convertirí­a en su secretario de Gobernació­n, mientras que Murillo Karam sería Procurador General de la República. Ya en el gabinete, ambos hidalguens­es tuvieron después una serie de enfrentami­entos, acusacione­s mutuas de traición y golpes bajos que convergier­on también en torno al caso Ayotzinapa en 2014 y 2015.

Por estas razones, en la parte política de la actual investigac­ión de la Fiscalía General de la República no es descartabl­e que salgan a relucir nombres y responsabi­lidades de Osorio Chong y el propio ex presidente Peña Nieto.

Todo depende de Murillo Karam.

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