El Carmen. El sabor de 30 años de la cemita, el futuro de la familia Reza
Durante más de tres décadas, la familia de Patricia Reza deleita a los comensales que llegan al mercado del Carmen con esta delicia de la gastronomía poblana; día a día se esfuerza en mantener la sazón para que las futuras generaciones la disfruten
PUEBLA
unas calles del Zócalo de Puebla se encuentra el mercado de "El
un popular centro de abasto donde los poblanos y turistas pueden percibir desde su entrada el olor a pan, carne empanizada, queso, pápalo,aceiteypicante,ingredientesqueseutilizanenelrestaurante "Las Poblanitas" para preparar las cemitas más famosas de la ciudad.
En este negocio se puede observaraunafamiliarealizardiferentes actividades: uno aplana y empaniza las milanesas, otro deshebra el quesillo y uno más lava el pápalo. Cada uno tiene una tarea en la que pone toda su concentración, para que el comensal deguste una rica cemita poblana.
En entrevista con MILENIO Puebla, Patricia Meza, hija de los fundadores del restaurante, compartióquesuspadresiniciaroncon este negocio hace más de 30 años. Explicó que hace siete años murió su madre, mientras que la pandemia provocó que su padre se retirara del negocio; sin embargo, tíos, primos y nietos ahora laboran en este restaurante.
"Mi papá y mi mamá murieron, pero siempre se nos inculcó seguir conelnegocioyleseguimosapesar de todo. Llevamos más de 35 años, ahora aquí trabajamos los hijos, tíos, sobrinos y los nietos", contó.
Agregó que junto con sus familiares se prepara una amplia variedad de cemitas: de quesillo, milanesa, pata, jamón, carne adobada y pollo; no obstante, la más consumidaporlospoblanoseslademilanesa, mientras que los turistas disfrutan del sabor de quesillo.
Asimismo, Patricia comentó que una cemita no es una buena si no tiene pápalo, ya que este y las rajasledanelsaborúnicoquelacaracteriza. Añadió que en "Las Poblanitas", los ingredientes caseros hacen que todos sus clientes siempre regresen.
Aunado a ello, refirió que pese a las bajas ventas por la pandemia y el incremento en el costo de insumos, el negocio mantiene sus precios,porloquecualquierpresentación de cemita vale 55 pesos.
"Mipapádijoqueno,laclientela yaestáacostumbradaconnosotros y entonces si le subimos demasiado vamos a perder. Mi papá dice: 'prepárenlas como siempre, pues ¿dequésirvequeempezamosbien y vamos a terminar mal?'", explicó.
Añadióquesupadre,JoséMeza, siempre ha tratado de mantener la unión en su familia para que todos colaboren y ofrezcan un buen servicio y un rico alimento. Patricia compartió que, por ahora, trabaja desde casa, corta la cebolla y prepara las rajas y chipotles que le dan ese sabor picoso a las cemitas.
Por último, recordó también a su madre, Margarita, quien por muchos años estuvo al pie del cañón, vigilaba que todos realizaran de manera adecuada este platillo para que no perdiera su esencia. Por lo anterior, mencionó que en el negocio se hace lo posible para prosperar, pues el sabor de las cemitas es el futuro de las nuevas generaciones de su familia.
“Mi papá dice: ‘prepárenlas como siempre, pues ¿de qué sirve que empezamos bien y vamos a terminar mal?’”
Patricia Reza
Cocinera y dueña de “Las Poblanitas”