Corcholatas, tapadismo bananero
La incongruencia parece ser la constante en el comportamiento de los partidos políticos, los cuales incurren en las mismas faltas y se acusan mutuamente de violar la legislación electoral.
Cuando el PRI gobernaba este país y el estado, un acto anticipado de campaña o el destape de los aspirantes para que el dedo presidencial designara la candidatura, era motivo de escándalo para la oposición.
Frente a problemas graves de salud pública por la pandemia y todo lo que trastocó en la economía, educación, salud mental y estancamiento del crecimiento económico, etcétera, al gobierno de la 4T solo le resultan interesantes las campañas anticipadas para la sucesión presidencial.
Lo que como partidos políticos de oposición criticaron del PRI con el tapadismo y el dedazo presidencial, en el gobierno actual se inauguró el “corcholatismo”, es decir, destapar a los candidatos de manera anticipada para promoverse y violar las leyes electorales.
La misma inercia antidemocrática y autoritaria de destapar a los aspirantes presidenciales, lo mismo que en los estados a las gubernaturas y a las alcaldías, es una práctica bananera electorera propia de país un atrasado en el subdesarrollo.
¿Con qué autoridad moral y política Morena estatal critica los eventos promocionales del PAN y el “destape” de sus aspirantes a la gubernatura, si desde Palacio Nacional el Presidente dedea a sus llamadas “corcholatas” para que recorran el país y se promuevan?
Es reprobable como entendible la postura del PAN ante lo que ocurrió en el estado con la presencia de Marko Cortés, el pasado fin de semana.
Esto sucedió posterior al autodestape de funcionarios públicos que aspiran a ser candidatos de Morena a la gubernatura, así como diputados federales como Ignacio Mier Velazco, quien utilizó un evento de informe legislativo y lo convirtió en un acto político de destape a la gubernatura.
Millones de pesos se gastan en actos proselitistas aspirantes presidenciales y a la gubernatura, pero resulta tan aberrante como vergonzoso por lo violatorio a las reglas electorales.
Mientras hay escasez de empleos, la violencia delictiva tiñe de sangre las calles, mueren mineros por la primitiva explotación laboral, hay carencia de servicios dignos de salud y persiste el rezago educativo, los políticos bananeros violan las leyes con sus “corcholatas”.