Estados Unidos bananeros
Estados Unidos ha sido una nación admirada en el mundo por su avanzada democracia y estado de Derecho. La aplicación de la ley contra tres presidentes, orilló a renunciar a Richard Nixon para evitar la destitución por el Senado, mientras que Bill Clinton y Donald Trump fueron absueltos por razones partidistas en los juicios políticos.
En la Unión Americana funcionan los controles y los contrapesos del poder Legislativo hacia el Ejecutivo, según el equilibrio partidista, mientras que los jueces ejercen cierto grado de independencia, influidos por ideologías, liberales o conservadoras.
Sin embargo, ningún presidente ha sido tan arrogante, egocéntrico y proclive a desdeñar la ley como Trump, inmune hasta ahora gracias, no al sistema de justicia, sino a la lealtad de los aliados republicanos que lo absolvieron en los dos juicios políticos.
Es larga la lista de ilícitos cometidos por Trump durante su mandato: abuso de poder, obstrucción del Congreso, conflicto de intereses, evasión fiscal, ejercicio del nepotismo, intento de sedición y ahora recientemente sustracción indebida de documentos secretos.
La impunidad de Trump es una vergüenzaparaunpaísquepretendeasesorar a otros como a México en el campo jurídico, si bien nuestro país está lastrado por la ineficiencia y corrupción de la mayoría de los jueces, tal como lo denunció recientemente el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Varias cajas de documentos secretos que estaban en la Casa Blanca fueron almacenadas ilegalmente en la residencia del ex presidente, en Mar–a–Lago, Florida, llamada así en español porque la propiedad se extiende de costa a costa en una delgada franja de tierra en Palm Beach que va del mar a un lago.
La jueza Aileen Cannon que lleva el juicio en Florida nombró, a petición de Trump, a un experto especial para revisar los documentos secretos incautados al ex presidente
Si Trump sigue saliéndose con la suya será muy difícil para ese país recobrar su prestigio
por el FBI, lo cual, según expertos, significa un trato de privilegio a una persona rica y con influencia.
Resulta que la jueza Cannon, nacida en Colombia de madre cubana, fue designada en ese cargo por el mismo Trump meses antes de dejar la Casa Blanca, por lo que ella debería declararse incompetente.
Varias carpetas clasificadas como “altamente secretas”, “secretas” y “confidenciales” están vacías, faltan los documentos ahí archivados de gran importancia para la seguridad nacional cuyo destino deberá explicar el magnate hotelero.
Una vez que concluye el cargo de un presidente, el resguardo de dichos materiales corresponde a la Administración Nacional de Archivos y Registros, de acuerdo con la Ley de Registros Presidenciales, con el fin de preservar las comunicaciones presidenciales y la correspondencia con gobernantes extranjeros.
Ojalá, Trump sea finalmente llevado a la justicia luego de que termine la investigación penal en curso sobre sus intentos de anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
Si Trump continúa saliéndose con la suya a través de la red de complicidad de sus aliados republicanos en el Congreso y de sus abogados con jueces nombrados por él, será muy difícil recobrar para este país su prestigio moral en el mundo, hoy degradado a Estados Unidos bananeros.