El miedo del pequeño PAN
En las elecciones de 2018 el Partido Acción Nacional ganó más votos que el PRI y el resto de los partidos no aliados con Morena en la elección presidencial, en la elección para la Cámara de Diputados y en la elección para el Senado.
En los últimos años el PAN ha tenido más gobernadores que el PRI y cualquier otro partido que no sea Morena. En algunos estados es un partido que, uno supone, por sus gobiernos ha repetido triunfos elección tras elección.
En Ciudad de México, territorio de la izquierda mexicana desde 1997, gana consistentemente alcaldías, más que cualquier otro partido hoy opositor.
En estos años, pues, no hay un partido de oposición con mayor fuerza que el blanquiazul.
Un dato más: en 2018 el PRI había tenido su peor resultado en una presidencial para tiempos en que ellos detentaban la Presidencia, signo, pienso, inequívoco de lo que la ciudadanía pensaba del tricolor y aún más, esa elección la había perdido el PRI con uno de los más clásicos representantes de eso que conocemos como prianismo: José Antonio Meade, alto funcionario del gobierno de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto. Y, por cierto, en una elección donde el PRI atacó con una falsedad a Ricardo Anaya que lo afectó irremediablemente al principio de la carrera presidencial de 2018.
Frente a todo esto, ¿qué hizo el PAN en estos últimos años? Ir a refugiarse a los brazos del… PRI.
No solo eso, en la mayoría de los actos de la hoy suspendida alianza el líder —es un decir— del PAN acostumbraba a darle la primera fila a ese gran, gran priista, Alito Moreno. No digamos al líder del PRD, Jesús Zambrano, partido de gran potencial. Cuando salieron los trapitos sucios de Moreno, Cortés salió, cómo no, a su defensa. Tibia, pero defensa. De hecho, el matrimonio más bien lo rompió el campechano y puso triste al panista.
Ayer, Marko Cortés dijo: “Veo con enorme preocupación que México tiene miedo, muchas organizaciones de la sociedad civil tienen miedo, muchas organizaciones empresariales, organismos tienen miedo. De hecho, veo con reciente preocupación partidos políticos, que se dicen opositores, que tienen miedo. Miedo frente a un régimen que se está buscando imponer en todos los frentes, controlando absolutamente todo”.
No me queda claro, Marko. Me parece que los que han tenido miedo son ustedes, los panistas, que se fueron a abrazar y a aliar con quienes históricamente los han combatido y que, ahora, los han dejado colgados de la brocha, como tantas otras veces.