Pastores, jueces y bomberos integran “ejércitos de odio”
CIUDAD DE MÉXICO
La divulgación de miles de nombres de la milicia de extrema derecha que asaltó el Capitolio revela que los grupos de odio están sumando a integrantes del ejército, Marina, jefes policiacos y bomberos, que enarbolan las ideologías de los supremacistas blancos, los nacionalistas, los antiinmigrantes, los antimusulmanes, los antisemitas y, en general, de los racistas.
Apenas el 7 de septiembre pasado se dio a conocer en Estados Unidos un reporte que analiza a los miembros de Oath Keepers, el grupo radical que participó en la organización del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. Entre los más de 38 mil nombres de la lista también aparecen políticos, funcionarios públicos, candidatos a alcaldías y congresos estatales e incluso un juez local.
Oath Keepers se encuentra catalogado como ejércitos de odio, uno de los más activos en EU, con actividad continua en al menos 23 ciudades de 13 estados, según el registro que realiza cada año la organización Southern Poverty Law Center (SPLC). Además de altos cargos del gobierno, el listado de integrantes incluye a bomberos, paramédicos, empleados de correccionales y un pastor de Carolina del Norte.
En muchos casos, con sus nombres y posiciones, los miembros de la organización han añadido a su registro algún comentario enfatizando su disposición para “ayudar”.
“Saludos, soy un miembro activo de la Marina. Amo lo que se supone que debe ser mi país y esta idiotez tiránica está aplastando mi libertad”, escribió uno de ellos. “Si puedo hacer algo, háganmelo saber”. Esta disposición a colaborar resulta inquietante si se considera que en las filas del grupo radical aparecen trabajadores del gobierno con acceso a infraestructura de alta seguridad.
El reporte publicado por el Centro para el estudio del Extremismo de la Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés) pone de manifiesto que el supremacismo blanco, la ideología nacionalista, antiinmigrante, antimusulmana, antisemita y racista están enquistados en el sistema neurálgico de EU, y que no llegó, como suele pensarse, con la presidencia de Donald Trump.
“Estos son individuos con acceso e influencia, con recursos y entrenamiento y que están dispuestos a cometer actos de sedición y violencia en contra del gobierno”, comenta Jonathan Greenblatt, director nacional de ADL, tras la presentación del reporte sobre Oath Keepers.
“Es preocupante que por un largo tiempo este grupo ha priorizado el reclutamiento de militares y policías retirados y en activo. Tenemos al enemigo dentro de nuestras propias filas”.
La polarización en activo
El número más alto de grupos de odio activos registrados por SPLC tuvo lugar en 2018, con mil 20 grupos. Podría pensarse que esto se debe a que Trump era el presidente, pero la cifra es prácticamente la misma que en 2011, cuando se registraron mil 18 bajo el gobierno de Barack Obama.
En el reporte de 2021, a pesar de la polarización del discurso público, el total fue de 733; menos que, por ejemplo, los 841 de 2006. La actuación de los grupos de odio es histórica y constante, independientemente de quién se encuentre en la Casa Blanca.
En 2020 el FBI documentó 8 mil 263 crímenes de odio, una cifra similar a la registrada en 2000 (8 mil 217).
Pero la cantidad está muy por debajo de la reportada por el Departamento de Justicia, que realiza una encuesta anual sobre víctimas del crimen en todo el país; este conteo estima que entre 2005 y 2019 han ocurrido un promedio de 250 mil crímenes de odio por año.
La lista de Oath Keepers cuenta con 38 mil nombres con actividad en 23 ciudades de 13 estados