GN al Ejército, ¿y la seguridad pública?
Tque arde que temprano, al igual
las Legislaturas de las respectivas entidades, deberá de votarse en el Congreso local la reforma constitucional que anexa la Guardia Nacional al Ejército.
En ese proceso de alianza legislativa entre el PRI de Alito y Morena se inscribe la “cortesía” morenista para ceder la presidencia de la mesa directiva a un priista, en el segundo periodo ordinario de sesiones de la Legislatura del estado.
Un discípulo a ciegas e incondicional de Alito en la entidad es el legislador local y presidente del CDE del PRI, Néstor Camarillo. Sellar la “alianza” del PRIMor en Puebla con la mesa directiva presidida por un priista, es una manera de agradecerle los favores a la reforma constitucional.
Le tocará al PRI la presidencia de la mesa directiva del Congreso del estado y deberá administrar la votación respectiva de la reforma constitucional para hacer válido el traslado a la Sedena, a fin de salvarle el pellejo y los bienes patrimoniales a Alito.
La expectativa de la población es si con el traslado de la GN al Ejército se resolverá el grave problema de la inseguridad pública y la violencia ligada a la delincuencia.
Como se ha observado hasta la fecha, la estrategia de los “abrazos y no balazos”, así como proteger los derechos de los delincuentes, no han dado los resultados esperados.
¿Qué más hay detrás de la adhesión de la GN al Ejército? Porque en materia de seguridad pública lo menos que se les puede dar es el beneficio de la duda. Por lo mientras, la población seguirá padeciendo la impunidad y crueldad de los delincuentes.
Según el líder cameral, el morenista Ignacio Mier Velazco, una vez aprobada la reforma, se le permitirá al Estado destinar recursos “abandonados en el sistema financiero” (sic) o “fuera de litigio por parte de organizaciones criminales” (sic) para equipar a las fuerzas de seguridad.
Se trata de entre siete y 10 mil millones de pesos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
La suma millonaria, según el legislador, "se irían directamente para fortalecer los equipos de seguridad, el equipamiento de las policías estatales y municipales; fortalecer el proceso de capacitación y de coordinación en los estados y ayuntamientos con la GN y el Ejército".
Se trata del sobado discurso de los gobiernos anteriores con los mismos resultados.