Proponen 30 años de cárcel por ataques con ácido contra mujeres

Ante el Congreso local, la diputada Aurora Sierra Rodríguez presentó una iniciativa para modificar la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y el Código Penal, a fin de reconocer, tipificar y sancionar la violencia con sustancias químicas que provoquen alteraciones a la salud o cualquier otro daño que deje huella y lesiones en el cuerpo. Dicha iniciativa busca castigar en Puebla con 20 a 30 años de prisión a quien agreda a mujeres con sustancias corrosivas.

Con esta propuesta se pretende modificar el artículo 10 de la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y se adiciona el artículo 356 ter al Código

Penal del Estado de Puebla, a fin de “reconocer, tipificar y sancionar la violencia con sustancias químicas que provoquen alteraciones a la salud o cualquier otro daño que deje huella y lesiones en el cuerpo”.

Ante el pleno, la panista resaltó el caso de María Elena Ríos, joven oaxaqueña que fue víctima de un ataque con ácido en 2019, y cuyo autor intelectual del crimen no ha sido detenido, pues su historia “no debió ser contada desde el dolor, la impunidad y la tragedia, sino a través de su saxofón y su talento; sin embargo, su vida fue condenada al sufrimiento y forma parte de la llamada violencia ácida, comparada, por diversas activistas como feminicidio en vida”.

“(La historia de María Elena Ríos) no debió ser contada desde el dolor, la impunidad y la tragedia, sino a través de su saxofón y su talento; sin embargo, su vida fue condenada al sufrimiento y forma parte de la llamada violencia ácida” Aurora Sierra Rodríguez

Diputada local

En el caso de Puebla, destacó el caso de Andrea Flores, de 28 años, quien fue víctima de ataque con ácido el 1 de agosto en Galaxias de Amalucan, en la ciudad de Puebla, y resultó con daños en las córneas. Asimismo, resaltó que en México, en lo que va del años suman 47 ataquesconácidoamujeres,segúndatos de la Secretaría de Salud.

Por último, dijo que a las víctimas también las acompaña la impunidad, la falta de sensibilidad y de procedimientos con perspectiva de género en la impartición de Justicia, ya que los ataques se relacionan con los estereotipos, el control, el hostigamiento y la subordinación, donde la venganza es motivada por los celos, el rechazo y el término de una relación.