GIEI apartado de nuevo del caso Ayotzinapa
La tragedia de Ayotzinapa está condenada a permanecer en la irresolución. Hoy se celebrará una conferencia de prensa convocada por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que habrá de cerrar un capítulo más en la sinuosa historia del fracaso sobre lo ocurrido con los 43 normalistas.
Hace seis años este mismo grupo se despidió de México porque sus investigaciones chocaron contra la narrativa mentirosa que el gobierno de Enrique Peña Nieto había impuesto.
Cabe esperar que suceda otra vez algo similar. No existen condiciones para que el GIEI continúe colaborando con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador después de lo ocurrido desde el 18 de agosto, cuando el subsecretario Alejandro Encinas presentó el último informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa (CoVAJ).
Ahí, el actual gobierno decidió hacer a un lado al GIEI, a los abogados de las víctimas y a los padres y madres de los normalistas. Encinas informó que contaba con nueva evidencia que no quiso compartir antes porque temía —explicó— su posible filtración. (Al final, personal de su propia oficina habría supuestamente compartido con la prensa ese material).
Tal evidencia, sin embargo, no atravesó antes por un análisis riguroso que pudiese confirmarla como auténtica. No sabemos aún si el GIEI tuvo opor
No hay condiciones para que siga colaborando con el actual gobierno
tunidad de valorarla con la ciencia debida. Hoy también habríamos de conocer su opinión respecto de una serie de presuntas comunicaciones que involucrarían, entre otras personas, a varios mandos militares.
El otro argumento que rompió la colaboración fue la decisión del fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, de desestimar al fiscal especial del caso, Omar Gómez Trejo, quien venía conduciendo una tarea muy destacada en la judicialización del caso.
Si la confianza dentro de la CoVAJ se rompió y también se quebró la confianza a propósito de la tarea crucial que desempeña la fiscalía, no hay más nada que hacer. Cabe prever que el GIEI partirá de nuevo y con ello estallarán los puentes que se habían tendido entre el gobierno y las familias de los normalistas.
Zoom: desazón, tristeza, enorme frustración. Solo eso queda. Y mucho dolor, porque quien realmente gobierna este país no quiere que la verdad aparezca.