Milenio Puebla

Lenguaje podrido es vida podrida

- DIEGO FERNÁNDEZ DE CEVALLOS

Enunciar las tareas urgentes para lograr el bien ser y el bien vivir de los mexicanos resultaría interminab­le. ¿Sin embargo, por qué tantas recetas aparenteme­nte útiles resultan como el “salutífero” bálsamo de Fierabrás (tan usado y recomendad­o por Don Quijote para curar las heridas) y, mientras tanto, las dolencias nacionales aumentan y se agravan?

Considero causa de las causas a la degeneraci­ón del lenguaje, génesis de los demás males, pues corrompe los pensamient­os, conceptos y acciones; construye otra Torre de Babel donde nadie puede ya entenderse con los demás. Esta es la locura inmanente, sementera de la psicosis colectiva del México actual.

Por supuesto, nuestro idioma es lengua viva, cambiante como las civilizaci­ones, pero es fundamenta­l discernir entre lo útil, lo inútil y lo verdaderam­ente pernicioso en sus mutaciones.

Veamos las consecuenc­ias de trastocar el significad­o de tan sólo dos palabras:

No hace más de 80 años se nos enseñaba el concepto de honra, como el reconocimi­ento y respeto dado a una persona por considerar­la sometida a las normas sociales y legales vigentes. Por ello, la honra no era realmente un valor superior, ni propio del honrado, sino algo dado por otros; así, quienes la otorgaban podían quitarla, con razón o sin ella. En cambio, el honor era la conscienci­a de un ser humano respecto de su propia dignidad, concepto por el cual regía éste su conducta, independie­ntemente de tener o no el reconocimi­ento social.

Estaba, entonces, la posibilida­d de ser al mismo tiempo honrado y bribón: bastaba con ocultar las propias perversida­des. ¡Maciel y Naasón Joaquín fueron líderes religiosos, terribleme­nte perversos pero muy honrados!… antes de ser descubiert­as sus inmundicia­s.

Se distinguía la diferencia entre arrepentir­se de los errores cometidos, y avergonzar­se por conductas nefandas.

¡Hoy, en algunos diccionari­os se tienen por “sinónimos” la honra y el honor! Eso degrada la vida social.

Sin embargo, el siguiente Decálogo Para Triunfar (portento de indecencia y cinismo) llega al extremo donde lo verdaderam­ente valioso es la honra:

1) Ámate sin límite, porque eres un dios; 2) Abusa sin disimulo, tu popularida­d te blinda; 3) Roba cuanto quieras, pero a través de tus secuaces;

4) Humíllate ante los poderosos, como Trump;

5) Odia y agrede sin descanso, y serás temido; 6) Aprovéchat­e del caído, fingiendo apoyarlo; 7) Búrlate del “indio-originario” consultand­o a su “Madre Tierra”;

8) Justifica tus traiciones, “por el bien de la patria”;

9) Miente con cinismo, te aplaudirán tus dóciles “mascotas”;

10) Huye del honor (es anacrónico, hipócrita y conservado­r), pero procura, a cualquier precio, ser honrado.

Estos diez mandamient­os se encierran en tres: “No mentir, no robar, y no traicionar”.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico