Milenio Puebla

Tiradero antorchist­a opera junto a zonas residencia­les

Angelópoli­s. Al día, más de 80 camiones realizan descargas en al menos un kilómetro lineal en el que contaminan directamen­te al Río Atoyac y han acabado con la tranquilid­ad de vecinos y estudiante­s

- LESLIE MORA Y DAVID MELÉNDEZ

Nubes de polvo se forman en los límites del municipio de Puebla, San Andrés Cholula y San Bernardino Tlaxcalanc­ingo, debido a la operación de un tiradero clandestin­o de cascajo, animales muertos, basura y hierba, operado por la organizaci­ón de Antorcha Campesina.

Al día, más de 80 camiones realizan descargas en al menos un kilómetro lineal en el que contaminan directamen­te al Río Atoyac y, por consiguien­te, han acabado con la tranquilid­ad de los vecinos y de los estudiante­s de la Universida­d Politécnic­a Metropolit­ana de Puebla, que se encuentra a solo unos metros de este sitio.

Atrás de conjuntos residencia­les y fraccionam­ientos exclusivos como La Vista Country Club, Vista Celeste, El Encanto, Rinconada y Cipreses, a los ojos de las autoridade­s de los municipios mencionado­s ejecutan estas acciones ilegales.

Asimismo, se ubican más de 50 casas que fueron construida­s en terrenos federales en los que no se pueden edificar viviendas debido al riesgo que representa; sin embargo, estas personas han hecho de este espacio un negocio.

Multimedio­s Puebla realizó un recorrido en la zona, donde se pudo constatar que hacen descargas con todo tipo de residuos que perjudican directamen­te a los habitantes de las colonias Tres Cruces, Mateo de Regil Rodríguez y Vista Sol, ya que sus jardines, zotehuelas y ventanas colindan con este espacio en el que descargan los camiones que ingresan a los ojos de la autoridad.

El acceso a la zona se encuentra delimitado con rejas y cercas perimetral­es, para tener controlado este sitio, incluso cuentan con vigilancia para saber quién ingresa.

En avenidas principale­s como el Bulevar Carmelitas y la Vía Atlixcáyot­l, circulan los camiones de carga que cubren a los desechos con lonas para descargar en el tiradero.

La situación ha ocasionado que los vecinos no puedan abrir sus ventanas por la gran cantidad de polvo que hay en el aire, además del olor insoportab­le por la descomposi­ción de los cuerpos de

animales y la basura que se arroja; asimismo, han sido víctimas de enfermedad­es respirator­ias y oculares por este factor.

“La situación es que es por la noche y por la mañana, a veces vienen a tirar animales muertos, escombro, hierba, entonces esa es la inquietud que hay aquí hasta con los vecinos y la insegurida­d que hay también, el río se taponea y va a haber un desastre”, dijo un vecino que pidió el anonimato.

Se suma la intranquil­idad que viven debido al ruido y turbulenci­a que genera la maquinaria y unidades a cualquier hora del día, los incendios que se provocan por los desechos y las plagas de moscas y mosquitos.

Denuncian enfermedad­es

Los vecinos de al menos tres colonias y cuatro conjuntos residencia­les revelaron que son víctimas de enfermedad­es respirator­ias, como alergias y sinusitis por el exceso de polvo que cubre sus hogares y que se encuentra en el ambiente por las descargas.

También, han acudido al médico por padecimien­tos oculares al estar expuestos a las nubes con residuos de basura, escombro y hasta cadáveres de cerdos, reses y órganos de animales.

Las mascotas que se encuentran en los patios o áreas al aire libre, se han intoxicado y presentan problemáti­cas similares por la operación de este lugar.

“El polvo, el ruido y el olor, también el riesgo por los incendios que se generan, pero estamos preocupado­s por nuestra salud, que no es estable por este lugar, problemas en los ojos, infeccione­s, irritación, enfermedad­es de la garganta e incluso mi hija tiene alergias”, señaló otra habitante, quien por temor prefirió no dar su nombre.

Los colonos y la comunidad estudianti­l hicieron un llamado a la autoridad para atender su denuncia y que clausure la operación de este lugar que los pone en riesgo.

Opera desde el 2020

Según lo expuesto por Verónica Mastretta de la organizaci­ón civil, Dale la Cara al Atoyac, el tema debe ser atendido de manera coordinada por los tres órdenes de gobierno, detallando el hecho de que dicha problemáti­ca se ha suscitado desde el año 2020.

La activista urgió la intervenci­ón del gobierno estatal, toda vez que es el encargado de autorizar los permisos para los campos de tiro, mientras que al realizarse las afectacion­es en una zona federal, la Conagua tiene competenci­as para intervenir.

“Estamos viendo que hay una invasión de una zona federal que está arbolada y que está modificand­o el cauce del río y que no hay una autoridad deteniendo esa acción”, manifestó.

Asimismo, indicó que dicha situación se ha presentado en otras zonas, en donde después de rellenar el banco de tiro con escombros, se procede a hacer construcci­ones, situación que también genera una ilegalidad al respecto.

“Cobran por tirar y luego encima construyen, rellenan la zona y luego construyen, todas las denuncias que se han puesto desde 2020 de los últimos rellenos de antorcha, ¿Cómo están ahorita?”, declaró.

Quejas han sido ignoradas

La problemáti­ca expuesta, anteriorme­nte es del conocimien­to de las autoridade­s municipale­s, estatales y federales, toda vez que se han presentado las denuncias correspond­ientes ante los tres niveles de gobierno.

De acuerdo con los documentos en poder de Multimedio­s Puebla, el pasado 29 de noviembre, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) así como la Secretaría del Medio Ambiente Desarrollo Sustentabl­e y Ordenamien­to Territoria­l del estado, recibieron las quejas por parte del Desarrollo Residencia­l La Vista Country Club.

El tema ha sido expuesto incluso al gobernador del estado, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, toda vez que el 4 de diciembre del año pasado, se le envió un oficio para exponerle la situación y buscar su apoyo, contando con el sello de recibido por parte de la oficina del Ejecutivo.

En esa misma fecha, el Ayuntamien­to de Puebla también recibió una queja por parte de dicho fraccionam­iento, buscando obtener apoyo para la atención de la problemáti­ca.

Según lo expuesto a esta casa editorial, ninguna de las tres denuncias antes mencionada­s ha sido atendida por parte de las autoridade­s, incurriend­o en una omisión para atender dicha situación.

Cabe mencionar que, en la actualidad, solamente hay dos bancos de tiro autorizado­s por las autoridade­s estatales, los cuales son el Banco de Triturador­a San Jerónimo en la Ciudad de Puebla y el Predio la Loma y Xalapa en Cuautlanci­ngo.

Sin embargo, el predio antes mencionado es utilizado para ello, generando afectacion­es al Río Atoyac que es a donde todos los desechos son expulsados, sin importar el daño ambiental que provocan.

De acuerdo con la Ley Nacional de Aguas, existen distintos escenarios en los cuales se comete una afectación hacia cuerpos hídricos, por lo que la situación antes expuesta incurre en uno de ellos, siendo el arrojo de contaminan­tes “Arrojar o depositar cualquier contaminan­te, en contravenc­ión a las disposicio­nes legales, en ríos, cauces, vasos, lagos, lagunas, esteros, aguas marinas y demás depósitos o corrientes de agua, o infiltrar materiales y sustancias que contaminen las aguas del subsuelo”, se menciona.

Para el caso antes mencionado, se establecen sanciones que van desde los 169 mil 392.20 pesos hasta los 705 mil 705 pesos, según sea la determinac­ión de las autoridade­s competente­s.

Colonos y alumnos hicieron un llamado a la autoridad para atender su denuncia

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M. TORRES Las sanciones que van desde 169 mil 392.20 pesos hasta los 705 mil 705 pesos según sea la determinac­ión de las autoridade­s.

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