Se cumplen 45 años de la visita del papa Juan Pablo II
Pedro Mauro Ramos Vázquez, cronista de Xoxtla, desde hace más de 20 años atesora artículos relacionados con la visita del santo padre el 28 de enero de 1979
Vasos, platos, llaveros, discos de acetato, libros y periódicos de la época, forman parte de la colección del cronista de San Miguel Xoxtla, Pedro Mauro Ramos Vázquez, quien desde hace más de 20 años atesora artículos relacionados con la visita del papa Juan Pablo II a Puebla, del 28 de enero de 1979.
El santo padre llegó a suelo poblano para participar en la tercera conferencia del episcopado latinoamericanoenPuebla,quesecelebró en el Seminario Palafoxiano. Decenas de ciudadanos aprovecharon la ocasión para imprimir lonas y hacer una serie de recuerdos de aquel momento histórico.
A 45 años de este acontecimiento, Ramos Vázquez ha dedicado gran parte de su vida a reunir los objetos que se ofertaron en el trayecto del sumo pontífice, sobre todo los que se vendieron en la parada que hizo el papa en Xoxtla, municipio poblano donde él creció.
De acuerdo con lo compartido por el cronista, Juan Pablo II hizo dos escalas en su visita, una de ellas fue Xoxtla, donde se detuvo diez minutos en el puente de la entrada a la comunidad, sobre la autopista México-Puebla.
“Se dice que eran cerca de 30 mil a 40 mil personas, como son límites con Tlaxcala, muchos sacerdotes y fieles estaban congregados en la entrada”, mencionó.
Indicó que los habitantes de la demarcación desde una noche antes limpiaron y adornaron sus viviendas y calles, añadió que un obrero de la comunidad de nombre Álvaro Mora, fue quien dio un discurso al llamado papa mexicano, donde le solicitó una bendición para todos los presentes.
Al terminar, el máximo jerarca de la grey católica abrazó al ciudadano y al pronunciar su respuesta, expresó: “he escuchado un buen discurso de un obrero a un ex obrero”, de acuerdo con el cronista.
Lo anterior, haciendo referencia a que el papa de nombre secular, Karol Józef Wojtyła, tuvo esta ocupación antes de entrar al servicio de la iglesia.
Otra de las curiosidades que contó Pedro Mauro de aquella ocasión fue el caso de una mujer embarazada que entró en labor de parto ante la presencia del santo padre.
Antes de continuar su trayecto, habitantes de la localidad le obsequiaron un rosario artesanal y una flor como referencia al nombre náhuatl de la comunidad, que significa “abundancia de flores”.
La mayor parte de su colección está conformada por posters con la leyenda “Latinoamérica en Puebla os saluda”, revistas, pines y tazas, todo aquello con lo que ciudadanos que presenciaron aquel momento pudiesen recordarlo.
Destaca un conjunto de 60 periódicos de la época, publicados en todo el país por diferentes medios, una serie de llaveros con el rostro o escudo grabado del pontífice y uno de los medallones que entregó a la gente como obsequio desde el Vaticano.
Recientemente, agregó un libro en el que recopila el programa de la parada que tuvo el papa en el municipio de San Miguel Xoxtla, timbres postales de aquel día y fotografías donde se observa su interacción con los ciudadanos.
“Yo considero que una postal
“Se dice que eran cerca de 30 mil a 40 mil personas, como son límites con Tlaxcala, muchos sacerdotes y fieles estaban congregados en la entrada”
es una de las piezas más importantes, ya que en la parte de atrás un poblano escribió el día en que llegó y pasó por la 25 Poniente a las 12:30 am, es un fiel testigo del itinerario que siguió”, mencionó.
Para Pedro Mauro, Juan Pablo II fue una persona muy especial, puesto que representó a Dios en la tierra, por lo que, como poblano, es importante su visita en la que dejó un símbolo de paz que ahora honra a través de su colección.
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Añadió que está interesado en conocer si existen otras colecciones como la suya y dijo que aunque existe el proyecto de exhibir este material aún no hay nada concreto.