Gracias enero
Parecería un cliché, quizás lo sea, pero no encuentro una frase más atinada para describir a este 2024: ¡qué rápido pasa el tiempo, ya se nos fue enero!
En efecto, este martes 30 de enero prácticamente estamos despidiendo al primer mes de este año 2024 (termina mañana) que para nada sigue siendo nuevo y que ha transcurrido tan pronto que sólo nos queda agradecer por todo, haya sido como haya sido.
Gracias enero por tanto movimiento que has traído a mi vida, sacudidas que en algunos casos no esperaba y que me hacen recordar que lo único que tengo es el día de hoy y que más me vale aceptarlo como es y “rendirme para triunfar” ante las situaciones que ya no me esfuerzo por entender sino solo por vivir, de la mejor manera posible.
Gracias enero por recordarme, como suelo decirle a mis pacientes, que muchas veces “los huevos no son al gusto, sino que ya están hechos y de mí depende si me los como y los agradezco, o me quedo sin comer”.
Gracias enero también por las reflexiones y enfoque que estoy poniendo en mis proyectos, en mis decisiones, en mis pensamientos y en mis acciones, con la fe y la esperanza de que estos están alineados al propósito divino en mi vida.
Gracias enero por el tiempo de planeación, observación y análisis de mis circunstancias actuales, para pedir estrategia y visión para todo lo que habrá de sucederme a mí y a los míos en lo
Tu paso me recuerda lo efímero que somos como seres humanos
que resta de este 2024 que lo veo como un año de puertas abiertas y cosechas de todo lo sembrado con anterioridad, aunque algunos procesos inquietantes continúan y los vivo con la fe y la certeza de que pasarán para que se cumplen en nosotros las promesas divinas.
Gracias enero porque tu paso me recuerda lo efímero que somos como seres humanos en un universo tan vasto que nos es imposible siquiera alcanzar a ver, con lo cual tomo mi lugar, importante en mi entorno, pero diminuto ante la inmensidad del infinito.
Gracias enero y gracias al ya pasado Año Nuevo 2024 porque hoy estoy bien plantado para recibir todo lo que venga adelante y para escribir con pasión y fervor cada una de las páginas del libro de mi vida que ya está contemplado por el Creador de todo lo que es.
Así, más o menos es como termino y prosigo para disfrutar cada día restante del calendario actual.
¡Espero te sirva!