La Cuchilla: el toro por los cuernos
El tema de la piratería en los mercados en el municipio de Puebla, es un excelente trabajo periodístico de Milenio que evidencia lo que es un secreto a voces. Todo mundo lo sabemos, menos la autoridad o al menos han sido omisas y prefieren echarse la culpa unos a otros, que existe ese delito que cae en diferentes ámbitos.
En el Federal, porque toda esa mercancía llega de China y otros países por los puertos marítimos, donde el personal de la Aduana la deja entrar y seguramente con el respectivo "moche". Así entran los miles de contenedores que llegan no sólo a La Cuchilla sino a todos los locales informales del país.
En el estatal, porque los mercados han sido escenario de robos, crímenes y otros delitos como el consumo y tráfico de estupefacientes, sin que la policía estatal preventiva haga algo para evitar la comisión de esos crímenes.
Recae también en el municipal, porque el ayuntamiento de la capital tampoco ha querido entrarle al tema de los permisos a los comerciantes, ni mucho menos a las organizaciones que los apoyan para cometer todo tipo de fechorías.
Para decirlo en palabras claras entre todos se hacen de la vista gorda, y prefieren aventarse la bolita como se dice coloquialmente, en lugar de tomar medidas para erradicar el problema de raíz.
El único intento, aunque fue de dientes para afuera, fue el del finado gobernador Luis Miguel Barbosa, quien desde la comodidad de Casa Aguayo de donde nunca salió, declaró en varias ocasiones sobre el delicado asunto.
En lugar de meterse al fondo de toda esa podredumbre, prefirió dar de baja a varios funcionarios policíacos, con lo cual por supuesto no resolvió el fondo del problema, y solo dio algunos golpes mediáticos para generar la percepción de que tenía ganas de resolver el problema.
Los medios de información serios como el nuestro, hacemos periodismo de investigación, para exponer toda esa corrupción aunque al rato nos salgan que ellos tienen otros datos.
La Cuchilla es el fiel reflejo de una realidad que por más que pretendan ocultarla existe. El punto es que hasta ahora nadie ha querido agarrar el toro por los cuernos.
Mercados han sido escenario de robos y otros delitos