Un proyecto más allá de la cancha
Futbol. Con Toros FA, Celaya fue el primer club en Latinoamérica en apoyar y fomentar a un equipo de amputados
“Apenas me despierto un poco y me dice: ‘oye, perdiste la pierna’. En ese momento me aloqué y me volvieron a anestesiar para volver a dormirme. Me volví a despertar después de no sé cuántas horas y me dice: ‘oye, perdiste a un amigo’”, así fue como a Alberto le dieron la noticia de las consecuencias de un accidente automovilístico, hace cinco años. Esa noche, él y su amigo habían salido de fiesta y se les hizo fácil manejar a exceso de velocidad, una decisión que cambió su vida.
“Hoy pienso que el hecho de habérmelo dicho así, no sé si fue la manera de hacer que entendiera las cosas más rápido. Eso fue de viernes a sábado y yo el lunes ya estaba en un cuarto. Me levanté ya sin preguntarme el tema de la amputación, ni el tema de mi cuate”, recuerda Alberto Guerra, jugador de Toros FA.
La palabra futbol es como un imán para captar la atención de la mayoría de las personas en el mundo, pero cuando se le agrega la palabra “adaptado” quizás no sea tan significativa. En México, desde el 2014, existe la Liga Proan, que ya cuenta con 12 equipos y Toros FA es uno de ellos; sin embargo, no cuenta con el apoyo de la Femexfut ni de Conade.
“Tristemente, en nuestro país la discapacidad debería ser algo normal y no lo es, así que entré en un mundo en el que es muy difícil transitar, es muy difícil conseguir trabajo”, destaca Beto, como le dicen de cariño.
El futbol adaptado llegó a Alberto para enseñarle que podía seguir jugando futbol. Así conoció a Ángel, pieza fundamental para la formación de este proyecto, que contó con el apoyo de Celaya, equipo de la Liga Expansión, que fue el primer club profesional en Latinoamérica en tener a su equipo de amputados.
“Acá el club se acerca, el estado se acerca. Cuando venía y veía un partido decía que ya no podía estar adentro de la cancha porque ya no soy una persona convencional y al final te entra esa depresión de saber que ya no puedes, pero en el 2022 que vine a ver un partido dije: ‘yo sí puedo estar allá adentro cumpliendo ese sueño’. Al otro día me acerqué con el entrenador y con el presidente y les dije que quiero ser parte”, recuerda.
Es seleccionado nacional
“Mi discapacidad me ha dado para viajar, para disfrutar tantos momentos tan bonitos. Mi sueño era jugar fuera de México y lo cumplí”
Uno de los sueños de Víctor Olalde era representar al país y lo hizo jugando futbol adaptado.Toda su vida jugó, incluso fue semiprofesional, pero un accidente laboral cambió esos planes.
“A los 20 años, en una empresa en la que trabajaba, mi mano quedó atrapada en una fundidora y me tienen que amputar la mano”, recuerda Víctor. “De ahí viene todo el proceso de aceptación que fue muy difícil, porque empiezas a buscar trabajo y no lo hay, toqué puertas en varias fábricas y no me dieron oportunidad por ser una persona con discapacidad”, lamenta.
El trabajo mental, el morbo de la gente que lo veía en la calle, fue lo más difícil de superar, pero no podía quedarse sentado, pues tenía a su esposa y un bebé por los cuales salir adelante.“Caí muchas veces en depresión porque no hay trabajo. Llegas a la casa y no tienes dinero”, recuerda.
El futbol fue su terapia y lo ayudó a salir de una etapa complicada. “Es un proceso muy difícil, pero gracias a que conocí este deporte, hace nueve años que me integré al futbol adaptado y con la experiencia que tenía como portero no tardé mucho en adaptarme. Empiezo a jugar el primer partido, me gustó, hice mi mejor esfuerzo y me volví a preparar. Esto fue mi terapia psicológica”, analiza.
El proceso no fue fácil, pero lo logró y hoy puede presumir ser el portero de Toros FA y de la Selección Nacional de Amputados. Con el conjunto Tricolor ya disputó dos Mundiales, una Copa América y una eliminatoria mundialista. Además, ha llegado a tres finales con el Celaya, con el que disputará el título el próximo 17 de febrero ante Tigres DGA.
Hoy, Víctor hace un balance de lo que ha sucedido desde aquel accidente que le cambió la vida, y dice con una sonrisa: “si estuviera completo no estaría
_ viviendo estos momentos, porque mi discapacidad me ha dado para viajar, para disfrutar tantos momentos tan bonitos. Mi sueño era jugar fuera de México y lo cumplí”.