Milenio Puebla

El Atoyac y sus consecuenc­ias

- MIGUEL ÁNGEL VARGAS @MavaVargas

Desde hace más de 12 años que tengo de vivir en esta entidad, he venido escuchando que la cuenca del río Atoyac es de las más contaminad­as de México, y tal vez de Latinoamér­ica.

La industria textil tuvo sus orígenes desde mediados del siglo XVI en Puebla gracias a la abundante presencia de agua, así como a la proximidad de los sitios proveedore­s de la materia prima y la ubicación estratégic­a del estado.

Algunos historiado­res señalan que la producción textil inicia con la instalació­n de obrajes que funcionaro­n desde el Virreinato, y esto permitió que desarrolla­ra esa vocación que la ha seguido, y ahora creo que perseguido a lo largo de todos estos años.

Luego con la apertura de las fronteras esta actividad se vino para abajo a principios del siglo XIX, y fue cuando personajes como el empresario Esteban de Antuñano comenzó la modernizac­ión de los procesos industrial­es para diversific­ar la producción y fundó el Banco del Avío en 1830.

Han transcurri­do más de 300 años que la cuenca del Atoyac ha recibido descargas de todo tipo de metales pesados, sobre todo aquellos utilizados para procesar la mezclilla y todo tipo de productos de algodón y lana sin que alguna autoridad haya hecho al respecto.

En la época reciente hay intentos de algunos gobernador­es desde tiempos de Mario Marín, hasta la actualidad que anuncian la firma de un acuerdo para el ordenamien­to ecológico del afluente y sus alrededore­s, pero tampoco hay datos

Antes de combatir un mal debe existir un diagnóstic­o

suficiente­s sobre la situación del mismo.

El sentido común indica que antes de combatir un mal, debe existir un diagnóstic­o de la "enfermedad", para saber cuál será el remedio que aplicaran. Es decir, sabemos porque está a la vista y al olfato de quienes vivimos aquí, que las descargas traen mercurio y otros metales que se quedan en forma de sedimento en el fondo del río. Lo que no sabemos es cuántas plantas de tratamient­o están funcionand­o y si de una vez por todas habrá sanciones contra las empresas que arrojan sus desechos. Mientras no sea así, seguirá solo en buenas intencione­s y lo peor de todo es que habrá quienes enfermen o mueran miles de poblanos que respiran todos esos gases tóxicos.

El tema de la contaminac­ión (ya sea por aire, tierra o agua) es muy delicado,

_ y en estos tiempos donde toneladas de partículas pululan en el ambiente, y millones de litros corren por los afluentes, ponen en riesgo la salud de millones de personas que vivimos en esta bendita entidad.

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