Los mejores jugadores en la cancha
En el futbol, hay un momento en el que el director técnico tiene que decidir quiénes serán sus titulares, es decir, los que saldrán al juego desde el minuto uno y quienes vendrán como cambios, para entrar cuando un jugador se lesione y seguir en el segundo tiempo, cuando hay que reforzar en los últimos 15 minutos del partido, en el momento de los tiempos extras e incluso cuando viene la tanda de penales.
Lo mismo pasa en otros deportes como el beisbol, donde existe la figura del bateador emergente, o cuando en el futbol americano al equipo ofensivo se le permite hacer dos o más cambios de jugadores en movimiento múltiples veces y un largo, etcétera.
En la política y, más aún, en los tiempos electorales, ocurre lo mismo.
De repente un perfil puede ser útil para ganar votos y después, otro perfil surge con más posibilidades de anotar un gol o para el caso que nos ocupa, garantizar el triunfo (el suyo propio) y además, sumar votos a las campañas superiores.
Para la elección a la gubernatura, tanto Alejandro Armenta (Morena, PT, PVEM, Panal y Fuerza por México), como Eduardo Rivera (PAN, PRI, PRD y PSI) y hasta Fernando Morales (MC), deben dejarse acompañar por perfiles competitivos para pelear por el Senado de la República, diputaciones federales y locales, así como alcaldías y entregar buenas cuentas.
Es ahí donde la definición de los perfiles que van en las posiciones menores, pero no menos importantes, deben ser seleccionadas con sumo cuidado.
Por ejemplo, no se explica cómo Rosario Orozco (candidata a la Cámara de Diputados por Morena en el distrito de Tehuacán), puede competir para diputada federal, cargando con el desprestigio del gobierno de Miguel Barbosa, que nadie ha salido a defender después de los señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación o de la polarización social que provocó en sus tres años de gobierno y que ha tenido que apaciguar el actual gobernador Sergio Céspedes.
O la designación de Inés Saturnino en Tecamachalco, que fue abiertamente respaldada por el candidato a la gubernatura del PAN y después, que el mismo partido se tuvo que desligar trasladando la responsabilidad al PSI.
Por eso, ahora que se definirán los candidatos y candidatas a las presidencias municipales y al Congreso del estado, deben ser cuidadosos porque hay perfiles que suman y otros que definitivamente restan.