Solidez en el pitcheo
Softbol. Tímida ante los micrófonos, la cubana Yamerki Guevara se transforma cuando lanza con las escarlatas; es una de las figuras más importantes en la Liga Mexicana
“Tengo miedo escénico, pero cuando estoy en el círculo de lanzamiento, me alejo del mundo. Estoy en mi paz, mi tranquilidad”
“El trabajo que hace Diablos Rojos es inmenso, nos tratan como reinas, como si fuéramos unas princesas, nos tratan de lo mejor”
Yamerki Guevara
Antes de venir a Diablos, Yamerki tenía experiencia tanto en Cuba como en Italia
Es una de las jugadoras más talentosas en la actualidad, pero no deja de ser alguien sencilla quien trata de lidiar con los nervios al hablar en público. Yamerki Guevara fue la primera lanzadora elegida por Diablos Rojos del México en la Liga Mexicana de Softbol y una de las responsables para que el equipo pelee en el standing de esta temporada inaugural.
Desde que acude al círculo de lanzamiento, la cubana demuestra su confianza y solidez. Ha brillado por su pitcheo y su habilidad para conseguir ponches (lleva 49, la cuarta mayor cantidad al momento). Da la impresión de que, cuando se coloca el guante, esa tímida jugadora se transforma por completo, al punto de que impone con su juego.
“Este día era muy importante para nosotras, aparte del nervio de pararme en una tribuna ante tantas personas, por mi miedo escénico. Pero es muy importante, porque así hemos plasmado que ningún sueño es imposible”, reconoció Guevara en entrevista con MILENIO-La Afición.
Su lugar especial
Durante la plática, la receptora venezolana Yakari Molina intentó, sin éxito, tomarle una fotografía mientras hablaba frente al micrófono, lo que la desconcentró y pidió disculpas entre risas. Pero eso no le ocurre cuando juega por las escarlatas, convirtiéndose en una de sus referentes y de las jugadoras más aclamadas por la afición. “Es muy diferente. Cuando estoy allí me alejo del mundo, me siento en mi paz, en mi tranquilidad. Pero cuando estoy frente a la cámara es un nervio inmenso, no te imaginas”, admite.
A veces es mejor así, tratar aún de lidiar con los nervios en las relaciones públicas, porque en el aspecto deportivo, Yamerki responde con creces y se conecta con Molina o Dafne Bravo –las cátchers usuales en esta temporada– para buscar que las rivales abaniquen. “Mi concentración es irme bien lejos, pienso que estoy en un lugar solamente yo y la receptora. Y así no escucho a nadie, me centro solo en ella y yo”.
Le ha resultado bastante bien, con récord de seis victorias y cuatro derrotas en 58 entradas de labor. Tiene 3.26 de efectividad y 1.534 de WHIP (bases por bolas más hits por entrada lanzada), así como solo tres cuadrangulares permitidos, 47 imparables y 42 pasaportes concedidos. “Nosotras vamos por todo, siempre; pedimos que no dejen de apoyarnos, que nos hacemos unas guerrilleras y vamos a darlo todo en el terreno”. La música también le ayuda en su concentración. Bailar es su pasión: desde reggaetón, salsa y merengue, su siguiente objetivo es aprender sobre la música de nuestro país: “Me gustan mucho las canciones de Maluma y ahora he estado escuchando a un artista mexicano que me ha gustado, a Carin León”, comparte.
“Nos tratan como reinas”
Antes de venir a jugar a Diablos Rojos, Yamerki Guevara tenía experiencia tanto en su natal Cuba como en Italia, con el equipo de Bologna. Además, logró la medalla de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023. Si bien conocía a nuestro país por los choques en competencias internacionales, no tenía la suficiente información de su nuevo equipo y lo que encontró fue una grata sorpresa.
“Sabía bastante del softbol en México porque lo hemos visto en varias competencias y tiene un nivel bastante bueno… pero de Diablos Rojos no sabía nada, solo sabía lo que leía en internet, que fue como me enteré”, dice. “El trabajo que hace Diablos Rojos es inmenso, nos tratan como reinas, como si fuéramos unas princesas, nos tratan siendo lo mejor. Le agradezco muchísimo el trabajo, el esfuerzo, las horas de sueño que han dedicado a hacer este trabajo para que todo salga como debe ser”.
Ahora que vive en la Ciudad de México, se ha empapado de la historia del equipo más ganador de México (tanto en beisbol como en cualquier otro deporte profesional). No solo amplió su panorama, sino que le ayudó a entender la importancia del nombre que tiene en el pecho, cada vez que sale al terreno de juego con su uniforme.
“Bueno, sí fuimos a un lugar histórico, al Museo de los Diablos. Nunca pensé ir a un lugar así tan lindo, que tenga tanta historia en cada lugar, en cada bate, en cada pelota. En cada lugar hay una historia hermosísima”, culminó la sofbolista.