Es, será Claudia
Mienten con el nombrado periodismo objetivo: no existe, siempre ha sido subjetivo. Es fácil detectarlo en medios tradicionales o redes sociales. Nunca ha sido tan obvio de qué lado está cada quien. Ya no funciona el pretexto de la crítica. Disfrazados de imparciales, ni los hipócritas pueden ocultarlo. Podemos leer puntos de vista sobre Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez y sabemos desde dónde masca la iguana.
Es imposible ocultar desavenencias. Los menos emocionales, más sensatos, no pelean, discuten y, acaso, terminan callados para no lastimarse con mentadas de madre y perder la amistad. En el periodismo más diplomático nadie cree. La gente opta porque le hablen con verdad; un punto de vista preciso, sin vueltas rebuscadas. Esos columnistas
que aderezan sus verdaderas intenciones han perdido credibilidad: por sus nombres los conoceréis.
México vive intensamente las elecciones, las campañas que arrancaron, los gritos y sombrerazos que hasta el momento no han terminado en balazos como en tiempos de la Revolución mexicana. Un hombre ha sido el responsable de abrir el abanico mediático como nunca antes lo había hecho un presidente del país: Andrés Manuel López Obrador, el nombre más citado de nuestra historia reciente, sea por sus adeptos o la oposición. Si ni siquiera eso le quieren agradecer sus denostadores casi seguro es el inicio de frustraciones profesionales, vengan de donde vengan las palabras que caen como piedras de pensamiento.
AMLO hace debatir a México. AMLO no está contra el periodismo: está contra el disfraz con el que se vistió el oficio escritural, radial, televisivo y de las benditas y malditas redes sociales. Intelectuales que se sienten atacados sabemos sus nombres y apellidos: son opositores de la cuarta transformación: ellos NO son todo el periodismo o la inteligencia del país. Eso es tan falso como negarle al presidente que la libertad de expresión es mejor hoy que en tiempos de Salinas de Gortari y hasta Peña Nieto. ¿O no?
Viene el cambio y siguiente _piso
de la 4T. Y como aborrezco la patraña no dudo en decir que mi voto es, será por Claudia Sheinbaum. Me niego a aparentar como muchos disimulan al decir que Xóchitl Gálvez no representa el pasado.
Ya no falseen.
Intelectuales que se sienten atacados no son todo el periodismo o la inteligencia del país