Morena, en lo poco, lo mucho… tic-tac, tic-tac
El tiempo de las definiciones, se acerca a lo inevitable. Morena y sus partidos aliados han tratado de estirar la liga para revelar el nombre de las y los candidatos a diputados locales y presidentes municipales tanto como ha sido posible, sin dejar que se tense de más y se rompa.
Una cosa es cierta.
Desde hace dos semanas ya se tienen los nombres de las mujeres y hombres que irán a la campaña que arrancará el próximo 31 de marzo, pero este listado se ha mantenido en secreto y con el paso de los días se han aplicado algunos ajustes, pero han sido los menos.
A diferencia de lo que ocurrió con las nominaciones a las candidaturas federales donde las dirigencias nacionales tuvieron mayor margen de decisión, en esta ocasión, el candidato a la gubernatura por la alianza Sigamos Haciendo Historia ha tenido la opción de opinar, vetar, ajustar y confirmar las posiciones que le acompañarán en la boleta electoral el 2 de junio.
Y como animal político que es (en el mejor sentido, es decir, como un estratega nato que ha ganado todos sus cargos en las urnas), Alejandro Armenta basará sus decisiones en elementos prácticos, antes que teóricos, incluso pragmáticos.
1.- Él mejor que nadie conoce la forma como piensan los que antes militaban en otras corrientes.
2.- Su objetivo es garantizar acercarse, cumplir o superar la meta de los dos millones de votos para el movimiento de la 4T, a favor directamente de Claudia Sheinbaum, del presidente López Obrador y de su proyecto propio.
3.- Se equivocan aquellos quienes murmuran que el candidato lopezobradoristaseestádejandollevarporlosafectos y por las filias en cada rincón del estado,esdecir,querespondealamiguismoo compadrazgo para colocar sus perfiles.
Él perfectamente sabe que lo que vale son los resultados, la garantía de éxito, que los perfiles sean competitivos, factores de los que su candidatura misma tiene origen. En otras palabras, Armenta entiende que su elección como coordinador de los Comités de Defensa de la 4T estatal surgió de un proceso democrático donde pesó más la competitividad que la cercanía que otros actores pudieron tener con el “01” y que tanto presumían.
No hay espacio para la improvisación. Se trata de dar tiros de precisión.
Armenta basará sus decisiones en elementos prácticos