Otro máximo histórico
La inversión fija bruta o formación bruta de capital es un indicador que permite conocer el monto que las empresas y unidades productivas de un país han destinado a activos fijos durante un periodo determinado. Este tipo de activos son los que se requieren para generar ingresos, por ejemplo, maquinaria, equipo o bienes inmuebles. El dato es relevante, entre otros aspectos, porque da una idea de la salud de una economía, tanto en el momento presente como en el futuro. Una mayor inversión fija bruta es un reflejo claro de buenas expectativas por parte de las empresas en la economía de un país.
Hace unos días el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), dio a conocer el reporte 2023 de inversión fija bruta, mismo que alcanzó un máximo histórico de 25.6 puntos del PIB, por encima del récord anterior de los años 2011 y 2012. Esto es resultado, principalmente, del crecimiento de 20.7 por ciento en el sector de la construcción y de 18.7 por ciento en maquinaria y equipo.
La inversión fija bruta alcanzó 25.6 puntos del PIB, por encima del récord de 2011 y 2012
La implicación directa de este crecimiento en la economía mexicana es un mayor gasto y mayores empleos en el presente, así como mayor crecimiento en el largo plazo. Esto último porque la capacidad productiva del país se incrementa por décadas, en el caso de la construcción y por lustros en el caso de la maquinaria y equipo.
En entregas anteriores he comentado sobre el incremento, también histórico, que se ha observado en últimos años en la inversión extranjera directa (IED), misma que alcanzó 36 mil millones de dólares en 2023. Esto viene a cuento porque, en buena medida, de ahí proviene buena parte de este récord en formación bruta de capital. Nuevamente, las condiciones que nuestro país brinda a las empresas que están relocalizandolíneasdeproducciónquehabíanmantenido en otras regiones, particularmente Asia, son un factor importante que explica estos buenos resultados.
Está claro que México vive actualmente un círculo virtuoso donde la salud de las finanzas públicas, la tendencia bajista de la inflación y la estabilidad macroeconómica que el país ofrece han generado un flujo creciente de inversión productiva, tanto en el ámbito doméstico como en el internacional. Esto, sumado a un mercado laboral con una baja tasa de desocupación y un incremento sostenido en remuneraciones, permite ser optimistas respecto al futuro económico inmediato, particularmente en un año electoral que por ello es de suyo complejo.
Alfa positivo. Muy en línea con lo aquí comentado, el indicador para consumo privado publicado por el Inegi alcanzó también un nuevo máximo histórico. A diciembre de 2023 se ubicó en 109.7 puntos, lo que representa un crecimiento de 0.2 por ciento respecto al mes anterior y 5.6 por ciento respecto al mismo mes del año anterior.