Que resuenen las marchas
Estamos a un día del 8M, esa fecha en que los medios de comunicación, líderes de opinión, políticos y miembros de la familia hablan de las protestas masivas que vienen con motivo del día de la mujer.
El hecho de que las mujeres tomen las redes sociales o los espacios públicos es una muestra de que el género femenino está vivó, y ya no está dispuesto a ser silenciado o violentado, sino al contrario: pide se le respeten sus derechos, ser escuchado y que el estado le otorgue justicia, sobre todo en casos de feminicidios, desapariciones y violencia.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2024 se registraron 832 feminicidios a nivel nacional y Puebla aportó 35 casos.
Respecto a la violencia familiar, de acuerdo con el anterior reporte, en todo México se abrieron 284 mil 133 carpetas de investigación por este delito y en Puebla se tuvieron 8 mil 804 casos. Incluso mi compañera
Elvia García esta semana escribió una nota en Milenio Puebla, donde reveló que en los últimos nueve años, en Puebla 68 mil 146 mujeres han sido víctimas de violencia familiar, siendo el 2020 el de mayor cifra, con 9 mil 124 registros.
Respecto a las desapariciones, éstas siguen presentándose en Puebla y todo México, incluso la primera marcha del 8 de marzo en la entidad, será la que encabecen las madres y hermanas buscadoras del colectivo de la Voz de los Desaparecidos, la cual iniciará desde las 10 de la mañana frente a la Fiscalía del Estado.
En 2024 se registraron 832 feminicidios a nivel nacional
Las marchas del 8M se han realizado en su mayoría en la ciudad de Puebla, pero no menos importantes son las de Huauchinango, donde las serranas han demostrado pacíficamente su descontento, qué decir de Tehuacán donde la presencia de los colectivos feministas se fortalece año con año o Atlixco que este 2024 además de marcha contempla actividades culturales feministas.
Desde la Sierra Norte hasta el sur del estado el feminismo está deconstruyendo personas, y como resultado está creando una red de mujeres que se brindan apoyo en las malas y en la peores. Por ello un aplauso a las mujeres que dicen: ¡No, yo no puedo aguantar más abusos!, ¡Ni una más! o ¡Justicia en América Latina!
Todas tenemos diferencias pero en nuestra pluralidad merecemos un mundo
_ con mejores políticas públicas, con una eficiente aplicación de las leyes y sobre todo con más acceso a la libertad y justicia. Que este 8M las marchas hagan eco en las calles pero que resuenen en las conciencias de todos los mexicanos.