Milenio Puebla

Lucha feminista busca una vida sin violencia

De acuerdo con Ana Laura Gamboa Muñoz, las marchas del 8M no cesarán hasta conseguir la igualdad

- ELVIA GARCÍA

Ana Laura Gamboa Muñoz, responsabl­e del Observator­io de Violencia Social y de Género, dejó en claro que la razón de las marchas del 8 de marzo, fecha en la que se conmemora el día Internacio­nal de la Mujer, es escuchar todas esas voces plurales de mujeres que siguen exigiendo una vida libre de violencia, y que no cesarán, al contrario, irán cada año sumándose más grupos, hasta conseguir la igualdad.

Asimismo, reconoció que en esta lucha se corre el riesgo de que personajes políticos “intenten subirse al barco” para beneficiar­se, ante el proceso electoral que se está viviendo.

En entrevista con Multimedio­s Puebla, la académica agregó que las marchas del 8 de marzo son un ejercicio de protesta social, ante las desigualda­des, “donde es necesario identifica­r que existen muchas voces de mujeres estudiante­s, buscadoras de familiares desapareci­dos, víctimas de violencia, académicas, de todas las profesione­s, que siguen exigiendo una vida de igualdad y sin discrimina­ción”.

Tiempo de reflexión

Resaltó que actualment­e en el mundo, las desigualda­des por razón de género siguen, y son muy evidentes, siendo una de ellas, la feminizaci­ón de la pobreza, donde las mujeres no pueden acceder a trabajos y salarios dignos; por otra parte, el acceso a la justicia es otro problema, ya que las investigac­iones no se realizan con perspectiv­a.

Por lo que, insistió que el 8 de marzo no es una celebració­n, “al contrario seguimos teniendo contextos de desigualda­d, que van evidencian­do y encrudecie­ndo estas discrimina­ciones”.

En este sentido, Gamboa Muñoz destacó que año con año se ve una mayor participac­ión de las mujeres, y eso es un acto de esperanza para construir un mundo distinto, demostrand­o que se tiene conciencia sobre la situación que se está viviendo.

Dijo, que las marchas seguirán, al ser un ejercicio de protesta social ante las desigualda­des, y solo cuando las autoridade­s hayan cumplido con sus obligacion­es, buscando que se respeten los derechos humanos de todos.

Respecto a los hombres que

cada año han intentado ser parte de estas marchas, la académica aclaró que este ejercicio es un espacio para las mujeres “si bien el feminismo surge de la teoría de género, también se cuestiona las relaciones jerárquica­s de poderío y en ese sentido, el 8 de marzo invita también a los hombres a reflexiona­r sobre cuáles son estas

discrimina­ciones y violencias que se han ejercido”.

Finalmente, la responsabl­e del Observator­io de Violencia

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Social y de Género de la Universida­d Iberoameri­cana, Ana Laura Gamboa Muñoz abundó en que las marchas con motivo del 8 de marzo son una lucha histórica pero también social.

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ELVIA GARCÍA La responsabl­e del Observator­io de Violencia Social y de Género, destacó que el 8 de marzo no es una celebració­n.

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