El costo de las extorsiones
El indicador más utilizado para medir el nivel de delincuencia en un país o región es el número de homicidios por cada cien mil habitantes. Las razones son claras: el homicidio es el caso más grave de delincuencia, y es relativamente fácil medirlo, llevarlo a estadísticas.
Hay otros casos, menos visibles, menos graves, pero muy preocupantes, como la extorsión. Los brutales videos que han circulado en días pasados de extorsionadores golpeando y humillando de manera brutal a choferes de transporte colectivo dan idea de la severidad de ese delito.
Impresionan en sí mismos, pero también porque los filmaron y difundieron los mismos extorsionadores. Ojalá fueran falsos, producto de una perversa inteligencia artificial.
Independientemente de su falsedad, nos muestran un hecho que azota a diversas zonas de nuestro país. Las extorsiones son menos visibles que los homicidios. Generalmente no se denuncian. No quitan la vida, pero sí la denigran. Su efecto en el ánimo de quien la padece es brutal. Su efecto en la economía también.
No es posible saber cuántas personas en nuestro país son o han sido extorsionadas. En los medios solo aparece la punta del iceberg. También en casos que vamos ya conociendo personalmente: gente que ha tenido que dejar su población de origen, migrantes forzados, que buscan en otras ciudades posibilidades de vida, pues en las suyas ya no posible hacerlo.
Y en un año como este, la reflexión sobre las elecciones es obligada: ¿habrá zonas donde los ciudadanos son extorsionados para votar por determinado partido? Hay más de un indicio en este sentido. Se han hecho públicos, en análisis de las elecciones de 2021 (ver artículo de Héctor de Mauleón en Nexos, septiembre 2022). Nadie los ha negado.
No es posible tener una estadística fiel de las extorsiones.
Sí lo es ponerlas en la agenda de nuestros gobiernos, considerar la gravedad de los daños que producen, en la vida de las personas, sobre todo, pero también en las actividades económicas, de las que saldrán los impuestos, indispensables para que cualquier gobierno pueda realizar sus políticas.
Han circulado videos brutales en días pasados