Mujeres asesinas y Réquiem
Yo siempre pensé que Carolina Miranda (Tierra de esperanza) era una buena actriz. No, perdóneme. Carolina Miranda es una superarchimegarecontraactriz. La acabo de ver en Esmeralda, enlanuevatemporadadeMujeres asesinas, en Vix, y no puedo creer el tamaño de monstruo actoral.
Usted vea el capítulo y cuando llegue al minuto 40:43 deténgalo, respire hondo y dele play hasta llegar al 43:30. Esa “pequeña” secuencia es como para el Oscar.
Carolina deja de ser humana para comenzar a convertirse en un animal. Ese personaje, que originalmente era una chica universitaria como hay tantas, se termina convirtiendo en una máquina de matar. ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravísimo!
Luche por ver lo nuevo de Mujeres asesinas en Vix. Le va a gustar. De veras que sí. Y terminará amando, como yo, a figuras como Carolina Miranda. ¡Felicidades!
Mónica y Alberto
No hubo alfombra roja ni evento de gala, pero yo no podía dejar de ir a la primera función de Réquiem, el viernes pasado, a las 19:00 horas, al Foro Shakespeare.
¿Por qué? Porque sus protagonistas son dos de los más grandes titanes del teatro mexi
cano: Mónica Huarte y Alberto Estrella.
Porque el dramaturgo es un señor de lo más talentoso de Monterrey llamado Reynolds Robledo, al que le he visto grandes propuestas como Carne.
Y porque su director es una de las máximas instituciones de los escenarios de este país: el maestro Enrique Singer.
¿Qué podía salir mal? Nada. Eso es garantía. Y no me equivoqué. Está buenísima.
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Regálese esta experiencia. Además, es breve y terapéutica.
La temporada será muy corta. Ni lo dude: corra a verla ya.
Saldrá pensando. Saldrá viviendo.