Elena, la mujer de los caballos

El vínculo entre un ser humano y un caballo es algo que solo quienes lo tienen, saben el significado. Recuerdo que cuando era universitaria leí el libro de Alexandros I, El hijo del sueño y había una parte casi surreal donde el protagonista recibió como regalo a Búcefalo, un equino salvaje con el cual entabló una relación especial, que le permitió no solo domarlo sino hacerlo su amigo.

Ante la noticia del fallecimiento de la activista Elena Larrea, me conmueve pensar en su ausencia, la cual entristece a su familia, equipo de trabajo, colectivos y quienes la conocieron. Pero sobre todo pienso en sus caballos, pues estoy segura que han notado la ausencia de esa mujer que los alimentó, curó sus heridas y los animó a seguir viviendo, pero no una vida gris sino una donde el pasto era verde y tuvieron días felices en un edén llamado Cuacolandia.

Ser animalista nunca ha sido fácil, primero porque es un trabajo que requiere de sensibilidad, tiempo y un fuerte presupuesto para cambiar la vida de los animales, es más, agregaría que hasta demanda valentía, porque habrá que tolerar las críticas de quienes no entienden los derechos de los animales.

Elena era una persona con gran corazón y mucho carácter, incluso no dudó en crear una cuenta de OnlyFans y destinar sus ganancias para el cuidado

Sin protagonismos, los animalistas dan todo su trabajo a la causa

de caballos, ponys y burros.

Todos sabemos que fue muy aguerrida y presionó con sus vídeos de críticas para que se tipificara como delito la zoofilia en Puebla, pues ella al cuidar de la potranca Mila, no permitiría ni un caso más.

Se dice que quienes son animalistas tienen una ideología firme, se capacitan para ayudar, no les interesa el reconocimiento personal y dan su trabajo a la causa. Sin duda todas estas características las tenía Elena.

El animalismo nació en Reino Unido, porque fue en esa latitud donde el psicólogo y filósofo Richard Ryder creo el concepto de “especismo”, el cual hizo referencia a la discriminación sustentada en la superioridad de la especie humana

_ respecto a otras, refiriéndose a los animales.

En Puebla el animalismo vive a través de personas que como Elena visibilizan distintas injusticias hacia los animales y las erradican.