CLAMAN POR AGUA EN EJIDOS DE ALTAMIRA
Sequía mata a 17 cabezas de ganado y frena producción lechera
La sequía llegó antes de lo esperado en el municipio de Altamira, pues el 70 por ciento de las presas para dar de beber a los animales ya no tienen agua, han muerto ya 17 cabezas de ganado, y desde hace seis meses la ruta de la leche está detenida debido a que no hay pasto verde. Hay cinco comunidades que ya no tienen agua ni para consumo humano y piden apoyo al municipio.
El comisariado ejidal de Santa Juana, José Luis Padrón, explicó que ahora viven un problema para dar de beber a los animales pero estiman que en junio, si no llueve, el problema será muy grave.
Y es que en Altamira existen mil presas para darle de beber al ganado, sin embargo de estas apenas el 30 por ciento tienen un poco de agua, el resto desde enero ya no tienen agua, por lo que los ganaderos piden líquido a los que todavía tienen un poco, o bien pagan pipas para poder dar de beber a sus animales.
Las lluvias se esperan entre junio y agosto, fecha en la que si no llueve podría generarse una condición grave para los productores, pues es abril y ya se murieron 17 cabezas de ganado, cuando apenas comenzaba a recuperarse el hato ganadero en Altamira.
“Si bien en el municipio existen mil presas, yo creo que apenas un 30 por ciento tienen poca agua, sí estamos batallando para darle de comer a nuestros animales, yo creo que a la fecha se han muerto ya 17 cabezas de ganado, pues algunas buscando agua se meten a las presas que ya solo tienen lodo, se atoran y mueren”.
La ausencia de lluvia además ha afectado la ruta de lechera del municipio, pues a falta de pasto no hay suficiente producción de leche desde hace seis meses. De los 10 productores que se dedicaban a vender el producto apenas quedan dos con muy pocos litros, pues antes cada uno vendía hasta 200 litros diarios, mismos que eran vendidos a un distribuidor de Tampico en cuatro pesos cada litro. “Esa lleva detenida seis meses, a falta de pasto verde hay poca producción, pues de los 10 que somos ahorita solo dos están produciendo poco”.
Sin embargo el problema no es solo para la ganadería, pues cinco comunidades, donde viven unas 300 familias, que son abastecidos por pozos profundos o norias que a falta de mantenimiento y de lluvia, ya se secaron.
En el caso de Agua de Castilla, donde viven 180 familias, el comisariado ejidal Cosme Hernández Reyes, explicó que la noria de donde ellos toman agua está seca, pero además jamás se le dio mantenimiento, lo que generó que se azolvara, por lo que acumula menos agua. En este momento solo hay disposición de líquido 30 minutos cada tres horas, por lo que tienen que tandear el servicio.
Lo mismo pasa en San Carlitos donde desde hace tres meses el pozo profundo que les distribuye agua ya no tiene, igual los residentes aseguran que en 10 años no tuvo mantenimiento y perdió profundidad.
La comisariada ejidal, Tomasa Chairez Vázquez, aseguró que la única opción es tomar agua de la presa, pero cada vez que la utilizan para bañarse aparecen las enfermedades en la piel, así que tienen que comprar el líquido a una pipa. También se secaron las norias de Amalia Solórzano, una parte de la Gloria y San Antonio.