Viven en el penal 47 mujeres con hijos
CNDH también reporta que capacidad del estado para el internamiento de féminas es de 356, pero hay 374, lo que significa sobrepoblación
Tamaulipas es el quinto estado con mujeres que estando recluidas en la prisión cumplen la función de madre, hallándose en esa situación un total de 47 féminas. De acuerdo con información de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el primer lugar lo ocupa Ciudad de México con 98 reclusas que son mamás y atienden a sus hijos ahí adentro, le sigue Nuevo León con 56, Estado de México con 49 y Guerrero 48.
Tamaulipas es quinto sitio en este indicador, luego de que la entidad tiene 47 madres y una de ellas tiene dos hijos, ya que la población infantil que ahí se encuentra asciende a 48 infantes.
Así lo desglosa la Comisión Nacional de Derechos Humanos en su informe especial sobre madres reclusas en México, en donde además se observa que la capacidad que tiene el estado para el internamiento de personas del sexo femenino es de 356, cifra que está rebasada porque hay 374 féminas.
De ellas, 47 son madres que tienen a sus hijos presos junto con ellas, lo que representa un porcentaje del 12%.
Cabe mencionar que en el país hay 13 mil 320 reclusas, de las que 579 son madres y tienen a 618 hijos con ellas, en las instalaciones penitenciarias.
El abogado César Fentanes Banda, dijo que se debe considerar que ya existe criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que los niños que nacen y viven en prisión, no se separen tajantemente de sus madres, pero debe buscarse el mecanismo adecuado.
“Es una problemática que se tiene, el que reclusas críen a sus hijos en la cárcel, sin embargo, la SCJN ha dispuesto que la interrupción de ese lazo, causaría al menor la pérdida de su principal fuente de recursos emocionales y psicológicos, comprometiendo su desarrollo social, emocional, por lo que deben ser separados gradualmente”, sostuvo el jurista.
En su análisis de 2015 publicado en 2016, la CNDH señaló deficiencias en los servicios de educación inicial y preescolar en los Centros de Ejecución de Sanciones Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo y Victoria.
El ombudsman ha exhortado a los gobiernos a atender de manera sensible y respetuosa los derechos humanos tanto de las madres en prisión como de sus hijos ahí recluidos, tal como lo marca la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, urgiendo a contar con los protocolos específicos sobre el procedimiento para ingreso, permanencia o egreso temporal o definitivo al centro penitenciario correspondiente, de los hijos que vivan con sus madres privadas de la libertad.
El organismo refiere que se les permite vivir hasta los seis años, pero es necesario que se respete de manera puntual que las mujeres compurgarán sus penas en lugares separados de los destinados a los hombres.
“Es necesario establecer un pro- grama nacional que considere hacer una planeación presupuestal multianual para contar con instalaciones exclusivas para mujeres, mínimo un centro por entidad federativa, así como espacios para quienes se encuentran cursando un embarazo, lactancia o quienes tengan viviendo con ellas a sus hijas o hijos, de conformidad con la normatividad nacional e internacional”.
El año pasado, la diputada federal Mercedes Guillén Vicente suscribió una iniciativa donde hace ver la necesidad de apoyar a esas mujeres.
Entrevistada al respecto, dijo entonces que la cifra documentada es superior al doble, por lo que se trabajaría para aminorar la condena o dejar en libertad bajo caución a las reclusas en dicha situación que no hayan cometido delitos del fuero federal, sino solo delitos comunes no graves.
El derecho a la salud está consagrado en el artículo 4 Constitucional, pero las mujeres en reclusión, viven una profunda la desigualdad, destaca la iniciativa en dónde participó la diputada Guillén Vicente, propuesta que se encuentra en la congeladora desde octubre del año pasado.
En la iniciativa pedía reforzar los servicios materno infantil y de salud en los reclusorios, así como los programas contra adicciones, planificación familiar y de transmisión sexual.
En marzo del año pasado, el diputado federal del Panal, Mariano Lara, presentó una iniciativa para mejorar las condiciones para las niñas y niños que viven con sus madres en los centros penitenciarios del país.
Demandó medidas sustitutivas en las madres reclusas, para que puedan convivir con sus hijos alejados de ambientes impropios para su desarrollo físico y mental.
Dijo que hay otras vías para cumplir la sentencia como el arresto domiciliario, la semilibertad, el tratamiento de libertad intermedio, la semidetención y la libertad controlada, y arrestos discontinuos (de tiempo libre entre semana o de fin de semana).
La iniciativa fue enviada a la Comisión de Derechos de la Niñez de la Cámara de Diputados, donde también, al igual que la de Guillén Vicente, siguen pendientes de dictaminarse.