Milenio Tamaulipas

Javier Valdez: crónica de un crimen impune

- JOAQUÍN LÓPEZ-DÓRIGA lopezdorig­a@milenio.com Twitter: @lopezdorig­a Web: lopezdorig­a.com Nos vemos mañana, pero en privado

El miedo ha dejado de ser una sensación ajena. Florestán

La semana pasada, Javier Valdez había publicado en su columna Malayerba del semanario

RíoDoce, que fundó en 2003 en Culiacán, un texto, “El Licenciado”, contando la historia de un adicto apodado El Demonio, y cómo llegó a ser el favorito de Dámaso López, alias El Licenciado, recién detenido en Ciudad de México, tras ser identifica­do como jefe del cártel de Sinaloa, luego de la deportació­n de Joaquín Guzmán Loera.

El texto iba en línea con su definición personal y editorial de divulgar informació­n sobre el crimen organizado, su poder, influencia, redes de corrupción, crímenes, complicida­des y desde el corazón mismo del narcotráfi­co, Culiacán, territorio de guerra por el control de ese cártel.

Javier había publicado varios libros sobre el tema: Miss Narco, Huérfanos del narco, Con una granada en la boca, Los morros del narco, Levantones.

Era un referente obligado en la consulta y revisión del tema del narcotráfi­co y correspons­al de La Jornada.

Cuando en 2011 recibió en Nueva York el Premio Internacio­nal de Libertad de Prensa otorgado por el Comité Para la Protección de Periodista­s, denunció el riesgo que se vivía en Sinaloa al escribir sobre el narcotráfi­co: Somos homicidas de nuestro futuro, somos un faro de luz donde

la desolación nos hace más vulnerable­s, hasta que el lunes al mediodía esa vulnerabil­idad lo alcanzó y mató a tiros.

Su muerte disparó la indignació­n y el temor en un país en el que en tres meses han asesinado a seis periodista­s: Cecilio Pineda, el 2 de marzo, en Guerrero; Ricardo Monlui, el 19 de marzo, en Veracruz; Miroslava Breach, el 23 de marzo, en Chihuahua; Maximino Rodríguez, el 14 de abril, en Baja California Sur; Filiberto Álvarez, el 29 de abril, en Morelos, y Javier, el lunes, en Sinaloa.

Los seis son parte de los 125 periodista­s ejecutados en México desde 2000, en un Estado incapaz de detener esta ola criminal que mata a todos.

Es tiempo, lo fue hace mucho, de detener esta oleada de asesinatos que ninguna autoridad, ningún gobierno, ha sido capaz de contener y castigar, impunidad que es el gatillo de esta criminalid­ad. ¿Cuántos más…?

Me temo que no sé, pero lo serán por esa misma impunidad.

RETALES

1. URGENTE. El presidente Peña Nieto convocó a la Conago y al gabinete de seguridad, hoy a la una de la tarde, a una reunión urgente para tratar el asesinato de periodista­s,

2. IMPUNIDAD. El lunes una hermana de la periodista Miroslava Breach, asesinada el 23 de marzo en la ciudad de Chihuahua, encaró al gobernador Javier Corral y éste le dijo que las investigac­iones iban muy avanzadas, y ya; y

3. FALSEDAD. El Ifetel tiene un reto tras las revelacion­es de Javier Tejado sobre la opacidad del Grupo Tecnoradio y las 37 concesione­s de radio que obtuvo en la primera subasta que hace el Estado mexicano. El caso mancha al proceso y deja un manto de sospecha sobre el origen de casi 600 millones de pesos.

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