Aún pendiente, la planta de licuefacción de Ienova
Ienova, la subsidiaria mexicana de la firma estadunidense Sempra Energy, aún considera incorporar capacidad de licuefacción en su terminal de gas natural licuado (GNL) en Ensenada, Baja California, mediante una instalación nueva.
En 2015, Ienova y Petróleos Mexicanos firmaron diversos contratos de cooperación y coordinación para el desarrollo del proyecto de licuefacción de gas natural en la terminal de GNL.
Sin embargo, hay muchas implicaciones en contra que Ienova mantiene en evaluación. De acuerdo con la compañía, un factor es que en caso de que lograra agregar dicha capacidad, puede verse obligada a dar por terminados sus contratos con sus clientes del sector de regasificación y, por consiguiente, realizar pagos por causa de dicha terminación anticipada.
La terminal de GNL de Ienova tiene actualmente contratos de largo plazo redituables en materia de regasificación para ciento por ciento de ese complejo, por lo que la última palabra para concretar una nueva planta de licuefacción depende, en parte, de si la inversión sería más redituable.
Shell, Gazprom e Ienova Marketing pagan a la terminal ciertas tarifas por reserva de capacidad para la recepción, almacena- miento y regasificación de su GNL; los contratos están vigentes hasta 2028.
Por otra parte, la terminal está involucrada en diversas controversias sobre la validez de sus permisos y autorizaciones relacionados con la construcción y operación, lo cual puede dificultar el financiamiento del proyecto o para encontrar socios y clientes adecuados. La terminal de gas natural licuado, que entró en operación en 2008, fue la primera de recepción en la costa oeste del continente americano, la cual recibe y almacena el gas de sus clientes, regasifica dicho hidrocarburo y entrega el resultante al gasoducto Rosarito, para ser transportado hacia Baja California y Estados Unidos. Pero el propósito es integrar el primer proyecto de una planta de licuefacción en México.
Actualmente la terminal de gas natural licuado no enfrenta competencia alguna debido a que su capacidad total está contratada mediante convenios de largo plazo, que le generan ingresos independientemente de que sus clientes entreguen o no embarques de gas natural licuado.
Las únicas otras terminales de regasificación en la costa oeste de Norte y Sudamérica son Manzanillo LNG —perteneciente a las compañías Kogas, Mitsui y Samsung—, en Colima; LNG Mejillones —perteneciente a Engie y Codelco—, en Chile, y LNG Quintero —de BG Group, ENAP, Endesa Chile y Metrogas—, también ubicada en ese país sudamericano, pero éstas atienden mercados en los que la compañía no participa.