“Perdón por llegar tarde”, dice Ritz-Carlton
E n un año y medio, la CdMx estará en la lista de destinos internacionales con una sucursal del lujoso hotel Ritz-Carlton. Si bien en algún momento había trascendido que se abriría en 2018, lo cierto es que aún faltan muchos meses para ese evento.
El futuro vecino de Torre Mayor, ocupará los pisos 35 a 47 del mega proyecto de 58 plantas y más de 100 mil m2 de Chapultepec Uno, que será uno de los rascacielos más visibles de la ciudad. Este inmueble en la esquina de Reforma y Circuito Interior —que albergará este hotel, oficinas, departamentos de lujo y áreas comerciales— está siendo levantando por las desarrolladoras Thor Urbana y GFa Grupo Inmobiliario con el know how hotelero de Heldan Hotels & Resorts. La inversión total llega a 100 mdd.
“La verdad es que no hay suficientes hoteles de lujo aquí (en la CdMx). Deberíamos haber estado aquí desde hace mucho tiempo. Pero cuesta conseguir los socios adecuados. Ahora sí puedo asegurar que seremos el mejor hotel en México, que seremos diferentes a todo los demás”, decía un tanto eufórico Herve Humler, presidente y COO de The Ritz-Carlton. Es un ejecutivo interesante, nacido al sur de Francia y educado entre Nigeria y Costa de Marfil.
El tiempo de maduración de un proyecto de este tipo y de una marca de este peso, no solo incluye dinero, sino investigación de mercado.
¿Qué quiere un viajero Ritz-Carlton en México? “Sensación de espacio, el sentirse como en casa”, destaca el ejecutivo señalando las enormes vistas a Chapultepec que tendrá ese hotel, en una esquina que opacará al primer rascacielos de la nueva era Reforma, que fue Torre Mayor. “Además tiene que ser sustentable y tener ciertas amenidades que los viajeros internacionales que llegan a la CdMx valoran: un buen gimnasio, un gran
spa, piscina, áreas de trabajar y de relax amplias con muchos espacio social”, abunda Humler. Y tan al pie de la letra siguieron estas máximas, que el hotel ocupará 30 mil m2, un tercio de todo el complejo de usos mixtos.
Podría ahondar en mil detalles del hotel, pero me quedo con un amenity que no disfrutan sus visitantes de lujo: su pan de RSE,
Community Footprints. “Le quiero dedicar tiempo, porque si queremos tener éxito, no trata solo de un hotel, sino de participar con el entorno social de la ciudad”.
Una de sus iniciativas es ayudar a los jóvenes. “Visitamos a niños en escuelas de bajos recursos, que luego llevamos al hotel, y les decimos ‘no dejen de graduarse, échenle un ojo a este negocio’. Y sabes, para mí la mejor recompensa será cuando uno de estos niños llame a mi puerta y me diga: ‘Hey, me gradué. Ahora, ¿qué tienes que ofrecerme?’ Realmente espero ese momento”.