“CUANDO ME VEN, ME DICEN QUE ES EL MEJOR DÍA”
Jesús Pineda tiene dos hijas a las que le ha tocado peinar, hacer el lonche y planchar uniformes
La separación de la mamá de sus hijas no fue un obstáculo para que Jesús Pineda permaneciera cerca de ellas, Natalia de 8 y Sofía de 7 años. Cuando se dio este proceso fue difícil y más para su hija más grande, quien resintió más el proceso, pero el amor y constancia de su papá, hoy las hace dos niñas totalmente felices.
Refiere que educarlas, no ha sido una labor fácil, porque como bien dicen no existe un libro que diga cómo ser papá y por ello las mejores herramientas son educarlos con los valores que él mismo aprendió de sus padres.
“A mí me hubiera gustado educarlas juntos, que vieran a su mamá y a su papá unidos, pero las circunstancias no nos favorecieron y aunque en un inicio fue difícil, actualmente puedo decirte que somos muy unidos y muy felices”, indicó.
Señala que ambas actualmente van a la escuela, en segundo y primer grado de primaria, y los días que las ve son los fines de semana y en vacaciones, aunque le gustaría tenerlas todo el tiempo, sobre todo porque hay ocasiones en que le preguntan porqué su mamá y él están separados.
“Por eso antes de que ellas me pregunten, yo soy quien les ha dicho los problemas y les platico que su mamá y yo somos amigos y pues hemos estado llevando las cosas bien, y siempre trato de inculcarles que su mamá siempre va a ser ella, y que siempre la deben de querer”, señaló, porque a diferencia de otros papás, él desea que a su mamá la vean siempre como esa buena imagen.
Menciona que dentro de la labor que realiza le toca peinarlas, planchar uniformes, hacerles lonche, “de esa manera también he aprendido a hacer trenzas y chongos y ellas se sienten contentas, porque dicen que su papá las peinó”.
Recalcó que la comunicación es la base de todo, porque de ello depende muchas veces tocar problemas que pasan, pues hay ocasiones en las que se tiene que ser estricto y otras en las que le