Maduro desafía a EU: “la Constituyente va”
Crece la tensión entre el republicano y el presidente de Venezuela que, decidido a impulsar la nueva asamblea, convoca al Consejo de Defensa
Donald Trump y Nicolás Maduro han sentado ya las bases para la colisión. Tras amenazar el lunes el presidente de Estados Unidos a su par venezolano con acciones económicas “fuertes y rápidas” si no desiste de convocar una Asamblea Constituyente el 30 de julio, el mandatario respondió ayer sometiendo a revisión la relación bilateral y reafirmando su propósito de impulsar el nuevo organismo legislativo.
“A nuestra patria no le da órdenes ni la gobierna ningún gobierno extranjero”, aseguró Maduro, que además convocó al Consejo de Defensa de la Nación para responder a lo que consideró una “amenaza imperial”, según anunció en Twitter. “Nada ni nadie podrá detenerla, la Constituyente va. Hoy el pueblo venezolano es libre y responderá unido ante la insolente amenaza planteada por un imperio xenófobo y racista”, dijo el canciller Samuel Moncada. Una creciente presión internacional busca que Maduro frene su iniciativa, que la oposición considera un “fraude” del oficialismo para perpetuarse en el poder y hacer de Venezuela “otra Cuba”.
En Washington, altos funcionarios de EU dijeron que todas las opciones, incluida la suspensión de las importaciones de crudo venezolano, están sobre la mesa para castigar al gobierno de Maduro si no suspende la Constituyente, que debe reformar la Constitución del ex presidente Hugo Chávez, contra la que el domingo votaron casi ocho millones de venezolanos en la consulta simbólica organizada por la oposición. “Entendemos que trabajamos con opciones que pueden tener efectos en Venezuela y también en Estados Unidos”, dijeron. Tampoco descartaron que las medidas puedan tomarse antes del 30 de julio. “El presidente está muy preocupado por el bienestar del pueblo venezolano” y se estudian acciones que permitan contribuir al “restablecimiento de la democracia en Venezuela”, que es el objetivo que se persigue, indicaron. “Estados Unidos no se quedará pasivo mientras Venezuela se desmorona”, afirmó Trump en una nota oficial, sin detallar las medidas. Francia llamó al “diálogo sincero” para resolver la crisis.
Según Trump, pese a que 7.6 millones de venezolanos votaron contra la Constituyente, esas acciones son “ignoradas por un mal líder que sueña con convertirse en un dictador”.
El país petrolero, hundido en una crisis económica por la caída de los precios del crudo, exporta a EU unos 800 mil barriles diarios (bpd), de una producción reportada por la estatal petrolera PDVSA de 1’972 mil bpd.
El canciller Moncada aseguró que con sus amenazas EU “cava” un “foso” en sus relaciones con Venezuela —ambos países sin embajadores desde 2010— y agregó que se hará una “revisión profunda” de los vínculos. “No aceptamos humillaciones”, sentenció.
Venezuela declaró “no gratos” a los ex presidentes Vicente Fox (México), Jorge Quiroga (Bolivia), Andrés Pastrana (Colombia), Laura Chinchilla y Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica), observadores del plebiscito y quienes abogaron por más presión internacional para detener la Constituyente. A su vez, el presidente de Bolivia, Evo Morales, aliado de Maduro, consideró una “conspiración económica” la advertencia de Trump.
El parlamento, de mayoría opositora, inició ayer el trámite para nombrar nuevos jueces del Tribunal Supremo de Justicia, lo que la Defensoría y Contraloría, de línea oficialista, consideran que “alienta una intervención extranjera”. Ante la “escalada definitiva la próxima semana”, la oposición llamó a una “paralización total” de actividades formales e informales este jueves. “Todos los ciudadanos tenemos el deber de presionar por la restitución del orden constitucional. Este país no va a tolerar un fraude constituyente”, aseguró el diputado opositor Freddy Guevara.