No estoy orgullosa, pero no vi Game of Thrones
Son cosas que pasan. Te concentras tanto en tratar de ver todo que se te va lo que más emocionado tiene al mundo entero. Nunca he sido particularmente aficionada a las historias de fantasía, pero sí a las históricas. Y cuando veo que la producción suele tener más peso que cualquier otra cosa, me aburro antes de empezar (amé los libros de El señor de los anillos, pero las películas me provocaban el mismo efecto que un té de tila –para no hablar innecesariamente de barbitúricos).
¡Pero sé que estoy mal! ¡Muy mal! Mucha de la gente que más respeto en sus gustos narrativos lloraban el pasado domingo de la emoción. Sé lo que se siente. Así me pongo yo con House of Cards, por ejemplo (la grilla y la intriga sí se me da). Me indigno y siento tristeza por la gente que amo que nunca ha tenido su dosis de los Underwood en su vida (muchos me contestan que con lo cínico de los políticos reales ya tienen).
Así que me pregunto fans de Game of Thrones ¿qué proponen que haga? No soy de esas personas que se sienten orgullosas y especiales por ser diferente y no pongo en mi Faceook, con el mismo orgullo de muchos que aseveran que nunca han visto una telenovela que yo no veo la serie de HBO. Mis series favoritas en la vida han sido de HBO. Pero admito que me pegó el estado actual y natural de las cosas. Antes era perfectamente capaz de organizarme para ver una vez a la semana el programa de televisión que tanto deseaba. Ahora no puedo esperar cinco minutos. Sí, ya me enfermé. Soy una binger a todo lo que da.
Tampoco ayuda que mi teléfono no coopera porque por algún motivo cree que estoy en una zona y por más que trato de explicarle que estoy pagando el HBO de acá siempre me dice que pagué la zona equivocada y me manda al demonio. Y luego hay una pequeña cosa llamada “vida”, la cual he abandonado por ver tantas series.
El otro día me puse a hacer cuentas de las horas que paso viendo la televisión desde que se puso buena otra vez y me di cuenta que ya podría haber leído al menos 40 libros o escrito tres más. Incluso, calculo por el tiempo invertido, mi propia serie (que es uno de mis pendientes en la vida).
¿Ustedes cuántas cosas han dejado de hacer desde que la tele se puso buena? ¿Se arrepienten o piensan que es tiempo bien invertido? ¿Entienden mi temor por entrarle también a Game of Thrones desde el principio? ¿El temor de verdaderamente desaparecer entre esos fantásticos personajes?
Un amigo me dijo, “tienes suerte”, espera ahora sí a que acabe, tomate un mes de vacaciones y dedícaselo todo a GOT. Híjole. Se antoja. No me siento orgullosa de no haberla visto hasta ahora. Pero hay un par de cosas a las que me gustaría dedicarle también el día que al fin decida tomar vacaciones. Y no tendrá que ver con seguir pegada a una pantalla como mi maravilloso trabajo lo requiere.
Mientras tanto, en lo que decido como manejar la situación. No spoilers, por favor.
¿En serio?
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