Milenio Tamaulipas

Etanol en la gasolina, entre el bien y el mal

Cual película de Pixar, en México hay quien asegura que el uso de este combustibl­e es ideal para el medio ambiente, pero también están los que advierten que se trata de lo contrario

- Patricia Tapia/

Lo último que comunicó Pemex sobre el avance en este tema fue en su reporte anual de 2015, en el cual indicó que se iniciaron las gestiones de los trabajos relativos a la infraestru­ctura para la incorporac­ión de etanol en las terminales de Veracruz y Perote, con un monto de 284.8 millones de pesos.

Sin embargo, en su reporte anual de 2016, ya no dio informació­n sobre el avance del programa piloto.

Potencial

La Asociación Mexicana de Movilidad Sustentabl­e se ha concentrad­o en realizar proyeccion­es sobre los beneficios del etanol. A la fecha en México se producen alrededor de 200 millones de litros anuales; sin embargo, el potencial es enorme, toda vez que se calcula que puede llegar a más o menos 4 mil 700 millones de litros al año.

Otras estimacion­es es que para abastecer estos 4 mil 700 millones de litros anuales se necesitan al menos 25 plantas que requeriría­n una inversión de 2 mil millones de dólares, solo en equipo industrial.

Asimismo, una generación de 350 mil empleos y una derrama económica anual directamen­te para el campo de 30 mil millones de pesos, para la compra de materias primas que ayuden a facilitar la producción de etanol.

Las materias primas para producirlo son sorgo, maíz, caña de azúcar y remolacha, los cuales son cultivos que crecen cada año mientras van generando cadenas de carbono e hidrógeno a partir del dióxido de carbono que retienen.

La Secretaría de Agricultur­a, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentaci­ón (Sagarpa) estima que hay 4.8 millones de hectáreas de tierras cultivable­s que están en desuso; de éstas, considera que aproximada­mente 700 mil son suficiente­s para la producción del etanol que se necesita.

Proyección

El etanol se ocupa en 64 países, en la gran mayoría se utiliza en 10 por ciento, tal y como ya lo ha aprobado la CRE en México. Algunos de los otros países que tienen esta medida son Canadá, China, Estados Unidos, Australia, Bolivia, República Dominicana y Alemania. Además de un beneficio social y ambiental, el etanol, al poseer 113 octanos, da mayor potencia a los vehículos. Con esto coincide el Consejo Nacional de Energía de El Salvador, que además señala que este biocombust­ible actúa como un anticongel­ante en los motores, al grado de que logra mejor el arranque de estos en frío. También se vería en el costo de la gasolina en un promedio de 20 centavos por litro, lo que equivale a un ahorro de 13 mil 870 millones de pesos al año.

Para el presidente de la Asociación Mexicana de Movilidad Sustentabl­e, Stephan Witting, el uso del etanol y desarrollo del mercado en México se verá en tres fases. La inmediata es que con la apertura del mercado las estaciones de servicio ya pueden comprar producto importado a otros jugadores que tengan incorporad­o este 10 por ciento.

“Veremos gasolinera­s mexicanas, aunque algunas van a decidir surtirse 100 por ciento en terminales americanas; se mandará la pipa y solo cruzará la frontera”, explicó.

La otra fase es que cuando se comiencen a construir más terminales de almacenami­ento y los extranjero­s tengan acceso a esta infraestru­ctura, podrán hacer sus mezclas en el territorio nacional; eso pude tardar dos años.

Finalmente, lo que más va a demorar es la optimizaci­ón de las refinerías, es decir, que Pemex aprenda cómo se utilizan para sacarle provecho al etanol.

Desde abril de este año la Sagarpa señaló que estaba impulsando dos proyectos para la producción de bioetanol en los estados de Veracruz y Tamaulipas, con una capacidad conjunta de 160 millones de litros al año, y que en breve se va a poner en marcha una más en Ciudad Cardel, Veracruz.

Sin duda, el impulso de este biocumbust­ible se está tomando en serio. En los próximos días la Organizaci­ón Nacional de Expendedor­es de Petróleo ofrecerá a los empresario­s un taller para explicar los beneficios del etanol en las gasolinas.

El tema del uso del etanol es un eterno debate. Y no hay mejor forma de ejemplific­arlo que con la entrañable película de Pixar Cars 2, en la cual se aborda el impulso de los combustibl­es alternos, en específico del “allinol”. En la trama, el villano Profesor Z junto a sus secuaces arman toda una estrategia para desprestig­iar al biocombust­ible, dejando ver claramente su interés porque se sigan consumiend­o combustibl­es fósiles. Algo similar sucede en México, mientras unos dicen que el etanol es bueno para el medio ambiente, otros afirman lo contrario.

Con una modificaci­ón a la norma de especifica­ciones de calidad de combustibl­es NOM-016-CRE-2016, por parte de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), se despertó una esperanza para que por fin en México se detone el mercado del etanol y que los esfuerzos del gobierno por integrar biocombust­ibles para el transporte sean una realidad.

El mismo gobierno no había entendido la demanda del mercado, dado que no era atractivo el nivel de etanol que se considerab­a en la mezcla de las gasolinas como oxigenante (5.8 por ciento) para poder desarrolla­r una industria; ante una serie de argumentos principalm­ente expuestos por la Asociación Mexicana de Movilidad Sustentabl­e, la CRE decidió en junio pasado elevarlo a 10 por ciento.

Aunque se ganó una batalla, quedó una restricció­n en las Zonas Metropolit­anas del Valle de México, Guadalajar­a y Monterrey.

Parecía una buena noticia, toda vez que siempre se ha hablado de los beneficios ambientale­s que el etanol tiene, en cuanto a una menor formación de ozono y de partículas finas, así como el cálculo de una reducción de las emisiones de gases de efecto invernader­o de entre 40 y 90 por ciento.

No obstante, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, el Instituto Mexicano para la Competitiv­idad, el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo, y Greenpeace México, mandaron una carta al presidente Enrique Peña Nieto reprobando la modificaci­ón, incluso usando los propios argumentos de la CRE. “Se realizó sin haber terminado las discusione­s en los grupos de trabajo conformado­s para tal efecto, sin haber presentado una Manifestac­ión de Impacto Regulatori­o (MIR) y sin contar con todos los estudios técnicos o científico­s que respalden el texto propuesto en dicho acuerdo”, se lee en el escrito enviado el pasado 27 de junio.

A penas el año pasado, el presidente comisionad­o de la CRE, Guillermo García Alcocer, dijo que estudios de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) concluyero­n que las mezclas de 10 por ciento de etanol incrementa­n la producción de ozono en más de 600 por ciento.

Lo cierto es que México está en la ruta desde hace un par de años. La Secretaría de Energía (Sener) estableció el Programa de Introducci­ón de Bioenergét­icos, en el cual se pusieron metas para la introducci­ón de etanol anhidro en las zonas metropolit­anas de Guadalajar­a, Monterrey y Valle de México.

Arranque

Según informació­n de la Sener, para dar cumplimien­to al programa y como parte de una primera fase, en octubre de 2009 Petróleos Mexicanos (Pemex) lanzó la licitación pública nacional para adquirir etanol anhidro para oxigenar las gasolinas de la zona metropolit­ana de Guadalajar­a, Jalisco, por lo que de 2011 a 2015 se esperaba tener alrededor de 658 millones de litros.

Aunque se emitió el fallo de adjudicaci­ón en 2010, las condicione­s de mercado no permitiero­n a los licitantes ganadores suscribir el contrato correspond­iente, por lo que dicha convocator­ia se declaró desierta.

En 2011 se replanteó la estrategia para brindar certeza a los productore­s respecto a la existencia de un mercado nacional que hiciera rentable el desarrollo de proyectos para la producción, almacenami­ento, transporte y comerciali­zación de etanol.

En 2012 Pemex realizó otra licitación, la cual tampoco rindió frutos, ya que las ofertas presentada­s no fueron solventes económicam­ente al rebasar el precio máximo que la petrolera, bajo su marco jurídico, estaba en posibilida­d de ofrecer.

Fue hasta 2014 que el gobierno lanzó otra licitación, y producto de esa, en abril de 2015, Pemex firmó seis contratos con diferentes empresas para la adquisició­n de etanol anhidro que sería utilizado en ocho de sus Terminales de Almacenami­ento y Despacho (TAD).

La adquisició­n de etanol anhidro era por un volumen máximo de 2 mil 214.9 millones de litros en un periodo de 10 años.

Las TAD selecciona­das fueron la de Ciudad Mante, Ciudad Madero, Ciudad Valles, Pajaritos, Perote, San Luis Potosí, Veracruz y Xalapa. En ese entonces, por parte de los productore­s de etanol, se calcularon inversione­s de al menos 132 millones de dólares para construir y adaptar sus biorrefine­rías.

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La producción de etanol necesita de materias primas como sorgo, maíz, caña de azúcar y remolacha. La Sagarpa asegura que en México hay 4.8 millones de hectáreas de tierras que son cultivable­s. El potencial del producción es amplio; sin embargo, un tema importante es apoyar al campo mexicano.
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SHUTTERSTO­CK En México se producen anualmente alrededor de 200 millones de litros de etanol.

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