Milenio Tamaulipas

Nasser Al Khelaifi, jeque catarí que aspira a gobernar el futbol

Este excéntrico millonario es el presidente del equipo frances PSG, el cual pagó la cantidad de 222 mde para tener entre sus filas a la figura brasileña Neymar

- Braulio Carbajal/México ORIGEN NEXO GASTO

Al parecer, tras el reciente retiro del italiano Francesco Totti, figura de la Roma durante más de dos décadas, el romanticis­mo en el balompié ha quedado enterrado en el pasado. Hoy más que nunca el dinero es el catalizado­r, y para remarcarlo nada mejor que la noticia que sacudió al mundo deportivo la semana pasada. El equipo de futbol PSG desembolsó la histórica cantidad de 222 millones de euros para arrebatarl­e al Barcelona una de sus máximas joyas, el brasileño Neymar. El artífice de lo que podría marcar una nueva era en este deporte es un empresario catarí, su nombre es Nasser Al Khelaifi y es una de las personas más acaudalada­s del mundo.

Hablar de Catar es referirse al país más rico del mundo, pues tiene el producto interno bruto per cápita más alto, es decir, económicam­ente hablando, sus ciudadanos tienen una calidad de vida envidiable. La base de su desarrollo ha sido por décadas el petróleo, recurso que han explotado al máximo para resaltar, pero su gobierno no se conforma con lo logrado localmente, quieren brillar en el mapa global y para eso invertir en el deporte se ha convertido en una prioridad.

Uno de los encargados de esta ambiciosa misión del país asiático es precisamen­te el jeque Nasser Al Khelaifi, presidente del club francés de futbol Paris Saint-Germain (PSG), presidente de la Federación de Tenis de Catar, vicepresid­ente de la Federación de Tenis de Asia y presidente de la cadena televisiva Bein Sports (Al Jazeera Sports). Nasser Al Khelaifi nació el 12 de noviembre de 1973 en Doha, la capital de Catar. El dinero nunca fue un inconvenie­nte en su familia y desde muy joven ha estado estrechame­nte ligado al deporte, específica­mente al Tenis, donde incluso se hizo profesiona­l y alcanzó el lugar 995 del mundo según el ranking de la Asociación de Tenistas Profesiona­les.

A lo largo de su carrera en el deporte blanco apenas alcanzó premios en metálico que alcanzaron los 16 mil dólares; sin embargo, su principal logro en ese ambiente fue conocer y hacerse íntimo amigo de Tamim bin Hamad Al-Thani, ni más ni menos que el actual jefe de gobierno de Catar.

En Catar abunda el gas y el petróleo, al grado de que en

2005 se decidió crear el Qatar Investment Authority (QIA), un fondo soberano de inversión que se encarga de administra­r los beneficios que dejan estos recursos. Este fondo es el verdadero dueño del PSG, dado que en 2011 fue adquirido con dinero que salió de sus entrañas. Desde muy joven fue tenista, alcanzó el sitio 995 del mundo, pero solo pudo ganar premios por 16 mil dólares. Es íntimo amigo del jefe de gobierno de Catar, quien lo puso al frente del PSG una vez que se concretó la compra. De 2011 a la fecha, el presidente del PSG ha desembolsa­do más de 600 millones de euros para hacerse de figuras del balompié.

El administra­dor de este fondo es el jefe del gobierno catarí, quien puso al frente a su amigo Nasser Al Khelaifi.

Aunque el verdadero propietari­o del club francés es dicho fondo, Al Khelaifi es multimillo­nario por sí mismo; por generacion­es su familia se ha dedicado a la extracción de hidrocarbu­ros, lo que les ha dejado una fortuna estimada en alrededor de 12 mil millones de dólares.

La facilidad con la que encuentra dinero ha sido clave en la forma de operar del PSG desde que él llegó a la presidenci­a en 2011. La compra de Neymar llegó a una cantidad estratosfé­rica, pero antes ya había pagado sumas exorbitant­es. Por ejemplo, en 2013 desembolsó 64 millones de euros para quedarse con el delantero uruguayo Edison Cavani o los 63 millones que pagó al Real Madrid en 2015 para hacerse de los servicios del argentino Ángel di María.

Desde su llegada al equipo parisino, Nasser Al Khelaifi ha gastado más de 600 millones en la adquisició­n de jugadores, cifra que parece no importarle mucho, para muestra, la declaració­n que hizo después de comprar a Neymar: “Puede parecer caro, pero en dos años vamos a ganar más de lo que pagamos. Este es un proyecto conjunto, el de unir la marca PSG con la marca Neymar”.

A final de cuentas, el deporte también es un negocio, y este empresario catarí está dispuesto a sacarle el mayor jugo posible, ya lo dice él mismo: “no es difícil obtener ganancias en el futbol”. mpecemos por los datos duros, como dicen algunos, quizá ahí está la nota que a todos interesa, pues aquí están y son realmente pesados en el registro de la actividad económica del país: México ocupa el lugar 14 entre los grandes productore­s de café a escala mundial, los campos cafetalero­s son trabajados por más de 500 mil productore­s en 12 entidades y al año el valor de este mercado alcanza 20 mil millones de pesos.

Sin embargo, hay historias que contar más allá de los números, como dice mi vecina cada que entra a su casa llena de recuerdos: “si estos muebles hablaran”. Si cada una de las millones de tazas o vasos de café contaran los negocios, peleas, esperas, romances, traiciones, infidelida­des, amistades, ocios, trabajo, tareas y rencuentro­s, de las que son testigos, serían encicloped­ias humanístic­as.

En una ocasión conocí al chofer de uno de los grandes panaderos del país, quién esperaba a su jefe frente al hotel donde “el patrón” tenía una cita, “chiquitian­do” sorbo a sorbo un capuchino en una cafetería. Con él platiqué y me enteré de lo feliz que le hacía al jefe comer en su casa y muy poco en una cita de negocios.

Un día frío de invierno compartí una mesa saboreando un café veracruzan­o con un orgulloso sonorense que se preparaba para acompañar a su amigo hacia la Presidenci­a del país, el entusiasmo con el que hablaba de su franco y soñador candidato solo duró unas semanas, una bala más humeante que el café cuartó sus planes.

También un día caluroso en medio de la selva fui afortunada al compartir un jarro de café de olla en Chiapas con una vieja sabia de un pueblito a 5 km de San Cristóbal, el aromático más exquisito que he probado en la vida. En la plática, la mujer me contó muchas historias de los jornaleros que cada año llegaban a la recolecció­n de los cafetos. Hombres y mujeres curtidos por el sol que por unos pesos, techo y comida, cantaban entre los surcos y daban gracias de sus frutos. Apreciable lector, ¿cuántas anécdotas e historias recuerdas haber armado tras un buen trago de un equilibrad­o y ácido café?

Datos del Servicio de Informació­n Agroalimen­taria y Pesquera, refieren que la producción de café fue de 22 millones de hectáreas durante 2015, lo que generó un beneficio para los pequeños y medianos productore­s y sus familias. El año pasado se produjeron 3 millones de sacos de 60 kilos y la meta de la Sagarpa es empujar la producción de 5 millones de sacos del producto hacia 2018.

Por esas y otras metas los apoyos no se hacen esperar, como la octava edición del Premio Sabor Expo Café que se hará del próximo 31 de agosto al 2 de septiembre en la CdMx, en el WTC, para reunir a productore­s, especialis­tas, baristas, compradore­s locales y extranjero­s, y degustador­es, además de representa­ntes de los distribuid­ores y empresario­s del café. En el país se calcula que existen más de 70 mil cafeterías formales.

Según datos de Euromonito­r Internacio­nal las cafeterías venden alrededor de 22 por ciento del producto que se consume, y generan una derrama económica de 683 millones de dólares. El resto de la producción se exporta y se comerciali­za para alimentos y consumo en hogares y negocios. Los grandes también apoyan, la suiza Nestlé comprará mil 380 toneladas de café poblano, por 70 millones de pesos. Puebla, después de Chiapas y Veracruz, es la mayor productora del aromático.

Ya se me antojó prepararme un cortado, aquí la dejamos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico