Ruiz Esparza se hace la víctima
Son 19 páginas de antología las del Informe del secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, al Congreso sobre el socavón en el Paso Express que MILENIO le dio a conocer. De antología. En verdad.
Todos tienen la culpa, todos, menos él y sus muy cercanos.
Ellos, el secretario y sus amigos, todo lo hicieron bien. Son casi héroes.
Ellos sí fueron al socavón, ellos sí dieron el pésame a los familiares de los fallecidos, ellos sí corrieron al director del centro SCT Morelos inmediatamente.
Va un párrafo: “El secretario de Comunicaciones y Transportes y funcionarios de la SCT asumieron la responsabilidad íntegramente ante el lamentable hecho y, de frente, respondieron a cuestionamientos y tomaron decisiones inmediatas para conocer el motivo de lo sucedido y responder a la emergencia. Cada parte pública o privada que integra la cadena de mando para la ejecución de obras deberá asumir también la responsabilidad correspondiente. Es de hacer notar que tanto actores públicos como privados con participación han hecho declaraciones y filtraciones sin sustento para evadir su responsabilidad global en el asunto”.
Pobre Ruiz Esparza, él asumiendo responsabilidades íntegramente y los demás “actores” filtrando y filtrando.
¿Qué, acaso no saben lo que el secretario también dice en el documento? Que la responsabilidad de la construcción es de los centros SCT de los estados, lo que llamamos delegados, y las de los “servidores públicos de áreas centrales son normativas”.
Es decir, a él que lo esculquen. Él y sus amigos de Ciudad de México solo lo de la normativa. Los meros meros son otros.
Además, todo es culpa de Graco Ramírez y de Cuauhtémoc Blanco, que no fueron ese día de la tragedia ni han recogido la basura ni limpiaron los pasos de agua. Y él, el secretario, sí estuvo ahí (en serio eso dice).
El documento que firma Ruiz Esparza es como si lo firmara un externo, un marciano que llegó a ver qué pasó, alguien que no hizo un video donde presumía haber construido los drenajes, alguien que no tiene el puesto que tiene. Si uno lee con atención, verá que según Ruiz Esparza, ser secretario de Estado es nada. Todo mundo tiene más responsabilidades que él, todos filtran, nadie hace lo que él… Pobrecito.
Diecinueve páginas de antología.