Por vergüenza hombres no denuncian maltrato
Las acusaciones que se han recibido son por violencia física y psicológica en hombres de entre 28 y 45 años, dijo funcionaria
En Tampico existe un registro de hombres que son maltratados de manera física y psicológica por sus parejas, sin embargo es mínimo comparado con el de la mujer; el varón teme denunciar por pena, según datos del Instituto de la Mujer en Tampico.
La directora del Instituto, Mónica Villarreal Anaya, señaló que en lo que va de la administración se han acercado 28 hombres a solicitar ayuda, pues refieren son maltratados por sus esposas. “En lo que va de la administración tenemos 28 hombres que han sufrido violencia por parte de parejas. Principalmente los casos son por violencia física y psicológica, son hombres que oscilan entre los 28 y 45 años”, explicó.
Refirió que la atención hacia hombres maltratados es mínima comparada con los casos de violencia contra la mujer, debido al temor del qué dirán, sin embargo, los pocos que han acudido, han salido adelante.
Villarreal Anaya, dijo que sigue existiendo el tabú de que solo la mujer puede sufrir violencia, por lo que a los hombres les cuesta más denunciar, pues les da vergüenza, que el “sexo fuerte”, sea maltratado.
“Nos enfrentamos a una barrera emocional, en el sentido de que siempre son las mujeres las maltratadas, en las estadísticas generalmente somos las víctimas, por eso se habla de la víctima y el agresor, en el caso de los hombres como son una minoría los que sufren este tipo de situaciones, es difícil romper esas barreras culturales en las que pueden ser señalados”, expresó.
Destacó que “algo que nos ayuda mucho para la prevención, son las pláticas prematrimoniales, que de acuerdo el Código Civil del Estado las marca de manera obligatoria. Se les hace conciencia de que en el matrimonio debe de prevalecer el respeto”, concluyó.
Los principales motivos por lo que los hombres no denuncian que sufren algún tipo de violencia por parte de sus parejas sentimentales son: falta de apoyos jurídicos, falta de recursos para el hombre maltratado, problemas de credibilidad falta de apoyo familiar y conciencia social, miedo al ridículo, vergüenza de reconocerse víctima en una sociedad en la que, precisamente por atribuciones de género, el sexo masculino “deber ser fuerte”.
Mostrarse sometido o débil, puede generar sentimientos de humillación y creencias en torno al maltrato: me lo merezco, yo lo provoqué, le he hecho enfadar luego es mi culpa.
Se frenan por atribuciones de género en la sociedad donde se dice que el sexo masculino debe ser fuerte