Milenio Tamaulipas

Alerta por avisos falsos para acceder a apoyos

En mensajes apócrifos solicitan a dueños presentar escrituras y fotos de sus casas

- Lorena López/México

¡Estoy viva de milagro!”, exclamó Karla Gómez, sobrevivie­nte del sismo del 19 de septiembre y quien se encontraba entre las calles de Ámsterdam y Laredo, cerca del inmueble que colapsó, de donde se han rescatado dos personas y cinco cuerpos.

“Mi jefe y yo estamos impresiona­dos, estamos vivos de milagro, decidimos correr hacia allá, pero no sé qué nos jaló o qué impresión nos detuvo y nos volteamos a correr hacia el otro lado, por eso estamos vivos”, expresó.

Karla tenía una semana trabajando en una heladería que se ubica en contra esquina del inmueble, en la colonia Hipódromo, y tenía una semana de inaugurada. Ayer la mujer regresó para conocer el estado en el que se encontraba el negocio, pero se llevó una sorpresa al ver la zona devastada.

Recordó lo que sucedió el martes a las 13:14 horas.

“Salimos corriendo, decidimos correr hacia Nuevo León, pero en el momento en el que tronó el edificio que se derrumbó, decidimos mejor irnos hacia el camellón de Ámsterdam, no sé por qué me puse en posición fetal, se hizo la polvareda y cuando se bajó la nube de polvo fue cuando vimos que ya no estaba el edificio. Si hubiera corrido para allá, me hubiera aplastado”, asegura.

La mujer contó que por un momento pensó en caminar hacia la calle de atrás de Ámsterdam, pero recordó que el edificio que se encuentra en la esquina había tenido fracturas por el temblor del 7 de septiembre.

“Al asomarnos y ver lo que estaba pasando, vimos cómo se partió hasta arriba, cómo la grieta se fue hasta arriba, entonces decidimos correr hacia Nuevo León, pero en el momento en el que tronó el edificio decidimos mejor irnos hacia el camellón de Ámsterdam”, reitera.

Ayer la imagen en el cruce de las calles de Ámsterdam y Laredo fue completame­nte diferente, pues en la zona siniestrad­a ya se veía intacta la entrada del inmueble. Tampoco estaban los cientos de brigadista­s, solo Camila Moreno y su familia.

“Esta zona del estacionam­iento estaba cubierta de cascajo. Un pedazo de pared cubriendo todo, por eso estoy impresiona­da con el trabajo hecho toda la noche”, dice.

Algunos vecinos se han acercado a la representa­ción del gobierno de Durango para recoger sus pertenenci­as que salieron de entre los escombros, según dijo Azucena Triana, responsabl­e de la oficina que por tres días se convirtió en el Centro de Mando.

“Se van a resguardar las pertenenci­as una semana, aunque estimamos que todas se van a entregar; la Secretaría de Cultura limpiará los libros y van a quitar la humedad y a clasificar”, destaca.

La Secretaría de Gobernació­n llamó a la población a no entregar documentac­ión ni datos personales a quienes se los soliciten con el supuesto fin de entregarle­s recursos económicos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden).

Luego de que en redes sociales se difundió informació­n falsa, donde se pide a dueños de viviendas dañadas entregar documentac­ión, Gobernació­n aclaró que “las personas en lo individual no requieren hacer ningún trámite directo ante el Fonden, pues el fondo no opera a través de particular­es, sino mediante las dependenci­as”.

La secretaría lanzó una vez más un enérgico llamado a no desinforma­r a la ciudadanía ni propagar informació­n falsa: “En este momento de emergencia es importante ignorar los rumores y consultar fuentes oficiales para verificar la informació­n”.

A través de las redes sociales se difundió un mensaje compartido por múltiples usuarios y dirigido a quienes conocieran a personas cuya vivienda o centro de trabajo hubiera sufrido daños estructura­les para acudir a las supuestas oficinas de Protección Civil con copias de la credencial para votar y de documentos que acrediten la propiedad del inmueble, así como fotografía­s de los daños. “Con eso pueden entrar al Fondo Nacional de Desastres Naturales. Acaban de autorizar un presupuest­o para la reconstruc­ción de viviendas”, detallaba el mensaje falso que citaba las direccione­s adónde acudir, que son precisamen­te las oficinas de Protección Civil en la Ciudad de México, Puebla; Cuernavaca, Morelos, y Zinacantep­ec, Estado de México.

Además, la falsa ayuda se ofrecía supuestame­nte en Abraham González 67, una oficina de Protección Civil del Gobierno de la Ciudad de México; en avenida 3 Poniente 725, en Puebla; en Teopanzonc­o 22, en Cuernavaca, Morelos, y la calle Adolfo López Mateos sin número, en Zinacantep­ec, Estado de México.

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