Concluyen trabajos de rescate en fábrica textil
Yretiemble en su centro la tierra, al sonoro rugir del cañón”, se escuchó espontáneamente cuando el Ejército, la Policía Federal, topos y voluntarios terminaron de remover los escombros del edificio de la fábrica de textiles de Chimalpopoca, que se derrumbó tras el sismo del pasado 19 de septiembre.
Habían pasado más de tres días de labores de rescate y logrado recuperar los cuerpos de 21 personas y dos más con vida.
Un comandante del Ejército pasó entre las filas de sus hombres dando indicaciones. —Si algún perro se acerca no se muevan, dejen que haga su labor.
Después, rescatistas de la Cruz Roja y el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas emplearon un termorradar para descartar algún indicio de vida.
Eran las 2:55 de la tarde de ayer cuando las autoridades dieron por concluidos los trabajos de rescate.
Comenzaron los abrazos. Minutos después un grupo de voluntarios decidió reanudar los trabajos. Tenían dudas, decían que una señora buscaba a su esposo, que él la había llamado antes del temblor y que le había dicho que bajaría al sótano a comer.
Militares y empleados de limpieza del gobierno capitalino ayudaban a los jóvenes a sacar cubetas con tierra y no había indicios del sótano.
El subsecretario de Administración y Desarrollo de Personal de la Cdmx, Miguel Ángel Vázquez, quien estuvo al frente de las labores de rescate regresó al lugar.
Tenía claro que si la gente dudaba de la existencia del sótano no impediría sus labores, pero ordenó que recogieran la herramienta para llevarla a otro sitio.
Cuando los policías comenzaron a recogerla, empezó la rechifla. Un grupo se acercó a confrontarse con las autoridades.
La situación se tensó, los policías se replegaron y unos jóvenes intercedieron. —Dejemos que se la lleven a otros lugares donde se necesite. —Tomemos lo que necesitemos. Mientras tanto, el funcionario aseguró a MILENIO que la dueña del edificio “nos aclaró que no había sótano”.