Mujeres en Altamira temen denunciar o pedir ayuda
a situación que existe en los estados afectados por los sismos del pasado 7 y 19 de septiembre, han dejado una estela de dolor y daños materiales muy grandes. Las entidades con mayor rezago social y económico, como Chiapas y Oaxaca, presentan mas de cien mil viviendas dañadas. Ahí se encuentra el reto mas grande para los tres niveles de gobierno, coordinar un programa de reconstrucción que dote de casas a esas miles de familias que ahora están damnificadas.
De manera paralela, la organización de la población ha brindado un ejemplo de solidaridad y hermandad similar al que se gestó en la Ciudad de México en los sismos de 1985.
Hace 32 años, el tema de la vivienda fue el factor principal en la capital de la República, gestándose grupos de presión social que con el paso de tiempo se fueron convirtiendo en organizaciones con presencia política y electoral determinantes en las elecciones en el antes Distrito Federal.
Ahora, de cara al proceso electoral del 2018, se puede gestar un movimiento social, principalmente de jóvenes, que en esta ocasión han participado activamente como socorristas y voluntarios con el firme objetivo de ayudar a salvar vidas en los escombros de edificios colapsados por los sismos, o han organizado grupos de apoyo para la coordinación de centros de acopio, clasificando víveres, medicinas, agua embotellada.
Las escenas que los medios han difundido ampliamente muestran como incluso personas con discapacidad se han sumado a labores de apoyo, como ejemplo de una generación que se organiza de una manera horizontal y genera los resultados esperados.
Esta articulación social, que tiene en las redes sociales y los teléfonos inteligentes sus principales herramientas y mecanismos de interacción, no es difícil entender que se puede aglutinar en algún tipo de organización que puede tener un papel importante en el próximo proceso electoral, una voz fuerte que influya de manera determinante en la agenda política del país.
Por eso, es importante que desde ahora todos los sectores de la sociedad, pongamos espacial atención en sus demandas, sus opiniones, sus propuestas, porque si algo debemos entender es que ellos son los que van a conducir el futuro de nuestro país en muy corto plazo.
Eso es lo que tenemos en este momento. Una generación que esta demostrando que no tiene apatía, y que al contrario sabe involucrarse y dar resultados, participar, y realmente, con hechos esta demostrando que puede cambiar al país.
¿No cree usted?
En Altamira los ladrones ya no respetan ni a los muertos ni a las dependencias de gobierno, esta vez robaron las oficinas del cementerio de La Pedrera, donde se llevaron todo, inclusive hasta las sillas; algunas tumbas también fueron saqueadas. Vecinos llamaron a la Policía pero nunca llegó, es el sexto robo que enfrenta el Ayuntamiento.
El director del cementerio, Francisco del Ángel Torres, explicó que los amantes de lo ajeno rompieron todo, a su paso, vidrios de ventanas y puertas, se robaron inclusive hasta las sillas y herramienta de trabajo, ahora los visitantes a la oficina se tienen que sentar en cubetas. “Se robaron todo, no dejaron nada, se llevaron hasta las sillas, ahorita la gente que viene se tiene que sentar en cubetas”.
Indicó que para meterse los amantes de lo ajeno rompieron los protectores de las ventanas, los vidrios, la puerta de entrada, y las de los baños, arrancaron los tanques de los sanitarios y llaves de agua.
Se llevaron 10 sillas de plástico nuevas, 3 carretillas, 3 machetes, tres arañas, herramientas de albañilería, pero además se fueron revisando las tumbas y en algunas arrancaron los floreros y se los llevaron.
El director explicó que los vecinos han referido que por la noche escucharon el tremendo ruido que los saqueadores hicieron para entrar a la oficina, y que pidieron el auxilio de la Policía Estatal al 911 pero no llegó, y ellos tuvieron miedo de enfrentar a los ladrones. “Los vecinos nos dijeron que si escucharon que algo estaba pasando, y que llamaron a la Policía pero que ésta no llegó”.
Los trabajadores del municipio se dieron cuenta hasta la mañana siguiente, cuando llegaron a trabajar, y entonces volvieron a pedir el apoyo de la Policía Estatal, que a esa hora sí llegaron, así como los elementos de la Policía Investigadora.
Cabe señalar que en la actualidad los panteones no cuenta con un servicio de vigilancia, y que en varias ocasiones se han metido vándalos a hacer destrozos. A la población de Altamira le da miedo denunciar a sus desaparecidos y referir si fueron víctimas de algún delito, sobre todo a las mujeres, dijo la directora de Atención a la Mujer, ellos se enteran de los casos de manera extra oficial y aunque buscan a los familiares, estos prefieren no denunciar. Karla Loredo indicó que ellos se enteran de las situación por vecinos, y buscan a las mujeres que les han desaparecido hijos o a sus esposas, sin embargo estás se muestran renuentes a pedir ayudar y platicar sobre el tema.
Vecinos denunciaron que escucharon ruidos y llamaron al 911, pero la policía no llegó