ESCUELA VUELVE A PERDERLO TODO POR LAS LLUVIAS
Primaria aún esperaba el apoyo prometido tras la inundación de noviembre, el cual nunca llegó
Cada que la escuela Francisca Gómez Segura lo pierde por una inundación los padres de familia pagan los platos rotos, literal. Hace menos de un año tuvieron que realizar actividades para recuperar enseres de la cocina y equipamiento que el agua dañó y ahora de nuevo el agua se lo llevó.
Las dos escuelas ubicadas en Villas de Altamira, la primaria Francisca Gómez Segura y el Jardín de Niños Matías S. Canales sufrieron graves daños por las inundaciones, tuvieron el agua metro y medio y como la lluvia cayó en fin de semana y de madrugada, nadie pudo rescatar nada.
Los padres de familia que siempre están al pendiente de las escuelas, tuvieron que rescatar sus propias pertenencias, entonces no hubo tiempo para ocuparse de los planteles, pero este martes no se hicieron para atrás, pese a su propia tragedia llegaron temprano a los planteles a limpiar.
A las 10 de la mañana una pila de libros y cuadernos mojados estaba en medio del patio de la primaria, los papás cuidadosamente buscaban entre el cerro de papeles mojados, alguno que se pudiera rescatar, o los apuntes de sus hijos, pero eran inservibles, ilegibles, el mes de trabajo perdido.
Todo fue a dar a un camión de volteo que prestó el municipio para sacar los desechos. Había por lo menos unos 40 papás limpiando, sacando el lodo, desinfectando, lavando ventanas, revisando las averías, probando los aparatos eléctricos, pero fue inútil, otra vez, se echaron a perder. Hace 11 meses pasaron por lo mismo, y aunque había la promesa de la Secretaría de Educación de ayudarles a reponer, por lo menos los enseres domésticos, es fecha que no han llegado y como la escuela es de Tiempo Completo los papás hicieron actividades para comprar la estufa y el refrigerador.
“Quedaron en mandarnos la reposición, es fecha que no ha llegado, los libros sí los repusieron pero los equipos no, y los ocupamos, pues es una escuela de Tiempo Completo, aquí comen los niños, se hicieron diferentes actividades, loterías y rifas, al final los papás compraron todo de nuevo”, dijo Cristina Reyna, presidente de la mesa directiva.
El gasto no sólo queda ahí, pues cada que se inunda la escuela el piso se levanta, y ese también es un gasto que asumen los padres, que hasta este martes sólo habían recibido de apoyo el camión para sacar la basura, aunque el titular de Instituto Tamaulipeco de Infraestructura Física Educativa, Germán Pacheco, en un recorrido que hizo por la tarde, les prometió que la dependencia a su cargo les iba a apoyar por lo menos con el mantenimiento del plantel, la van a volver a pintar, y se va a reparar la infraestructura que se haya dañado en un tiempo inmediato.
Cuando se habla de la reubicación de la escuela, hay papás que dicen que sí, pero hay otros primero preguntan dónde, pues sí ahora que el plantel está cerca de sus viviendas, les resulta difícil cuidarlo, si queda retirado sería más complicado. “Lo que sí queremos es que se haga una obra definitiva, que se ponga a trabajar bien ese cárcamo, que las bombas funcionen bien”, dijo Rosa Juárez, mientras limpiaba el salón donde toma clases su hija.