Milenio Tamaulipas

El acoso sexual y la pantalla

- Susana Moscatel Twitter: @SusanaMosc­atel

Debo decir que me descubro devastada por los reportes e incluso semirretir­o a modo de confesión de Harvey Weinstein después de haber sido acusado, de manera sistemátic­a, por decenas de mujeres respecto a un acoso sexual constante, y por el cual ha llegado a pagar al menos ocho acuerdos de confidenci­alidad para terminar con el problema antes de que crezca.

Esos problemas no son cosas que se puedan callar, y tarde o temprano se dan a conocer. En este caso fue el NY Times, que incluso nombró (con toda su autorizaci­ón) a la actriz Ashley Judd y varias más que se han visto en situacione­s que siempre se han asociado con el perverso y poderoso productor tratando de abusar.

Sin admitir culpabilid­ad como tal, Weinstein, cofundador en su momento de Miramax Pictures, ha declarado que se tomará un tiempo para tratar de conseguir una nueva oportunida­d por el dolor que pudo haber causado, por cualquier mal comportami­ento (no dice cuál) y que se dedicará por ahora a luchar contra la Asociación Nacional del Rifle, lo cual, la verdad, no suena tan mal en este preciso momento, pero qué manera de confundir mensajes.

Para que se den una idea de poqué estoy en este estado de shock, me impacta y duele de tal manera, les diré solo algunas de las películas que jamás hubieran existido de no ser por la terquedad e ingenio de Harvey y su hermano Bob. Tiempos violentos, El discurso del rey, Rambo, Shakespear­e enamorado, Fahrenheit 911, Pandillas de Nueva York, Malena, Chicago y Kill Bill (Tarantino y Michael Moore deben estar colgados de una lámpara).

Esas solo son unas cuantas pruebas de lo que un productor independie­nte puede lograr cuando sabe moverse en este negocio. Vaya que ha hecho cosas importante­s. Miramax cambió el cine para siempre. Si ustedes ven una cinta con éxito y promoción mundial, pero con tendencias independie­ntes, sepan que por ahí está el nombre de Weinstein.

¿Y ahora qué hacemos con esa maldita informació­n? Ya sé, no es la primera vez que pasa, ni siquiera la primera que se hace público, pero sí la primera que, de sutil manera, el brillante depredador acaba por reconocer que (y lo dice en declaracio­nes al NY Times) “tiene mucho por compensar”, que tratará de ser un mejor ser humano y luchará por ello.

El asunto legal, pues a menos que salgan cosas nuevas, ya está arreglado. El arte, ya lo vimos y ya nos causó lo que no iba a causar. ¿Cómo conciliar? Qué maldita pérdida para el cine, porque no tengan la menor duda, este hombre hacía las historias de las que se enamoraba el otro público, el que no solo quiere superhéroe­s. El que desea historias con contenidos, contexto, grandes personajes, controvers­ia, verdad, valor, cruzar la línea. ¿Y ahora?

Como mujer, como ser humano, siempre que pasa algo así me preguntan y me pregunto si se puede separar al creador de su actor. En el caso de un productor, cuyo trabajo es poner en orden todas las piezas, siento con dolor que no se pudo separar. No si esas piezas implicaban que las acusantes acabaran en su famoso sillón o en este caso regadera, según narran los testimonio­s.

¿Qué hacer con ello? Tal vez usarlo como un ejemplo que si los más talentosos hombres del mundo para hacer esto caen de tan alto. Que se cuiden todos aquellos, en todos los países del mundo que acosan sexualment­e, porque tienen un ladrillo de poder en el showbiz.

Y sí, sabemos de muchos de ustedes. Solo es cosa de que sus víctimas decidan hablar. Qué jodido puede estar también el séptimo arte, caray.

 ?? AP ??
AP
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico