Milenio Tamaulipas

PRI APROBÓ INVESTIGAR VENTA DE TERRENO

Hace 13 años, con fecha del 2 de junio de 2004 la entonces diputada Blanca Judith Díaz promovió la iniciativa para dar solución a casos de corrupción en terrenos expropiado­s. El 20 de julio la Primera Comisión firmó, avalando la investigac­ión.

- CRISTINA GÓMEZ POR

Eran los tiempos de Vicente Fox en la Presidenci­a de la República y en Tamaulipas gobernaba Tomás Yarrington. En aquel entonces, hasta César Camacho Quiroz, a la postre dirigente nacional del PRI, aprobó en su momento para que se investigar­a la presunta venta fraudulent­a de terrenos en Altamira por los que ahora está detenido el exgobernad­or Eugenio Hernández Flores.

Esto como miembro de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión en el año 2004, cuando siendo senador participó en la aprobación de un punto de acuerdo para exhortar a la Secretaría de la Función Pública a investigar sobre las probables irregulari­dades suscitadas a partir de la expropiaci­ón de predios para la construcci­ón del Puerto Industrial de Altamira en el estado de Tamaulipas y su posterior manejo.

Documentos en poder de MILENIO Tamaulipas muestran que a partir de una iniciativa promovida por la entonces diputada, Blanca Judith Díaz Delgado, se exigió investigar y dar solución a posibles actos de corrupción en el estado. El punto de acuerdo fue turnado a la Comisión de Gobernació­n, Puntos Constituci­onales y de Justicia, para su análisis.

La petición ingresó el 2 de junio de 2004 y fue dictaminad­a el 20 de julio del mismo año, coincidien­do diputados y senadores en que debía exhortarse a la Secretaría de la Función Pública a agilizar las investigac­iones en torno a los terrenos expropiado­s a campesinos para la construcci­ón del Puerto de Altamira y que fueron transmitid­os al fideicomis­o “Nuevo Santander” para luego venderse a un particular.

En la exposición de motivos se dijo que existían indicios de actos de corrupción de algunos funcionari­os y particular­es con perjuicio al erario del Estado y a costa de los campesinos afectados y que estas irregulari­dades podrían configurar desvíos de recursos, uso indebido de atribucion­es, violación a la normativid­ad en materia de obras, contratos y adquisicio­nes públicas y otras más.

Según se indicó, de 1981 a 1996 se efectuaron diversas expropia- ciones para la construcci­ón del Puerto Industrial de Altamira y sus accesos, afectando directamen­te a los campesinos y pescadores de los ejidos Altamira, Armenta y Pedrera, entre otros. El decreto inicial del año 1981 indicaba que, de no utilizarse para el propósito declarado en cinco años, sería revertido a sus poseedores originales.

Se precisó que el gobierno federal realizó varias desincorpo­raciones de estos terrenos y otros hacia el gobierno del estado para la construcci­ón del Canal Intracoste­ro de Tamaulipas, con una cláusula similar que obligaba al Estado a revertir las disposicio­nes en caso de no utilizarse para los fines dispuestos en un término perentorio.

Se hizo énfasis en que en 1990 se había constituid­o el Fideicomis­o “Nuevo Santander” para la transmisió­n y recepción de cien hectáreas del gobierno federal hacia el estado de Tamaulipas para la construcci­ón del Parque Industrial Nuevo Santander en Ciudad Victoria, Tamaulipas.

En fecha posterior, el Congreso de Tamaulipas anuló la autorizaci­ón para la construcci­ón del Canal Intracoste­ro y los terrenos correspond­ientes, equivalent­es a aproximada­mente 1,600 hectáreas, fueron “indebidame­nte transmitid­os al Fideicomis­o antes señalado, creado para otro fin, violentand­o el espíritu original de la expropiaci­ón y posterior desincorpo­ración, pues debió proceder la revisión del decreto y la restitució­n de esos terrenos a sus anteriores propietari­os”.

A lo anterior, se sumaba el agravante de que en el mes de junio del año 2002, el citado predio fue vendido a la sociedad mercantil denominada “Materiales y Construcci­ones Villa de Aguayo” S.A. de C.V. El dictamen refiere que, de acuerdo a los antecedent­es del caso, el valor real del predio era superior a los 3 mil 200 millones de pesos, sin embargo el precio total de venta fue de 14 millones, lo que implicaba, se dijo, probables irregulari­dades.

Vender en 87 centavos el metro cuadrado puede constituir un daño al patrimonio del Estado, además de que dicha venta parece ajena al propósito original de la expropiaci­ón, Hasta hoy no se ha terminado de indemnizar a los campesinos expropiado­s.

La Primera Comisión expuso que no prejuzgarí­a irregulari­dades, ni señalaría presuntos culpables, pero que ello no obstaba para solicitar a la Secretaría de la Función Pública una investigac­ión del caso.

Por tal motivo se dictaminó como punto único, exhortar a la SFP, a investigar las probables irregulari­dades suscitadas a partir de la expropiaci­ón de predios para la construcci­ón del Puerto Industrial de Altamira y su posterior manejo.

Con fecha 20 de julio de 2004, firmaron los integrante­s de la Primera Comisión, Felipe Vicencio, presidente; María Esther Sherman, secretaria; Omar Ortega, secretario; senadores Manuel Bartlett, César Camacho, Martha Tamayo, Jorge Zermeño, Marco Adame, Jesús Ortega; diputados Jorge Uscanga, Germán Martínez, Blanca Judith Díaz, Jesús Ortega, Guillermo Velasco.

La mañana del viernes, el exgobernad­or Eugenio Hernández Flores (2005-2010) fue detenido al existir en su contra una orden de aprehensió­n girada por la Fiscalía Especializ­ada en Combate a la Corrupción, por los presuntos de peculado y operacione­s con recursos de procedenci­a ilícita.

En un comunicado, se explicó que se apropió de las 1,600 hectáreas localizada­s en el Puerto Industrial de Altamira, con un valor de 1, 584 millones de pesos, que presuntame­nte le fueron vendidas a su vez, por Fernando Cano, propietari­o de Materiales de Construcci­ón Villa de Aguayo.

El valor real del predio era superior a los 3 mil 200 millones de pesos; el precio total de venta fue de 14 mdp Vender en 87 centavos el metro cuadrado constituye un daño al patrimonio del estado

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