Entre damnificados te veas
L a fila era de verdad larga. Ahí en gran plática, cobijándose del frío matutino, estaban los supuestos damnificados (con todo respeto y solidaridad para los que sí lo son) que solicitaron la ayuda económica que el gobierno de la Ciudad de México ofreció. Todos con delgado sobre de documentos en mano esperaron pacientemente inscribirse en el padrón de beneficiados que recibirán 3 mil pesos con los que resolverán temporalmente su principal problema, dónde vivir.
Esta semana se presentaron los solicitantes para pedir la ayuda, ya etiquetada, para renta, y a los dos días hubo necesidad de un anuncio: “para evitar fraudes, personal de la Secretaría de Gobierno capitalina realizará visitas a los campamentos, albergues o directamente en los puntos registrados como rojos con el fin de constatar que el apoyo se entregará a los que reamente lo necesitan”.
Mientras unos abogan por transparentar los recursos en especie y monetarios que países, empresas nacionales y extranjeras, sociedad civil y personalidades enviaron a México, otros voltearon a ver a adentro. Los cientos de damnificados formados resultaron, en muchos casos, miembros de una misma familia que solicitó el apoyo varias veces o incluso personas con documentos falsos o domicilios inexistentes, entre otras triquiñuelas.
A eso se refiere mi vecina cuando le grita a los que dejan tiradas en la calle las heces fecales de sus mascotas: “la educación se mama desde casa” y sigue su camino quejándose de la falta de valores, honestidad y decencia de los habitantes de la colonia Del Valle, en la CdMx; una de las más afectadas tras el sismo del pasado 19 de septiembre.
Los dueños o inquilinos de inmuebles derrumbados o que están marcados en rojo esperando los últimos dictámenes buscan hacer valer los seguros adquiridos o incluidos en las hipotecas vigentes; pero también hay otros que carecían de seguro y que en su mayoría dueños no tienen respuestas para recuperar lo perdido, y en algunos casos resolver dónde y con qué vivir, así como mantener el estatus que tenían cuando pagaban o habitaban departamentos cuyas rentas o pagos de crédito iban de 10 mil a 20 mil pesos mensuales promedio.
El próximo 11 de octubre las autoridades iniciarán las visitas para constatar la veracidad de los solicitantes, lo harán en compañía de representantes delegacionales. Menudo lío tendrán los de la Benito Juárez al dar la cara, quizá sepamos cómo están los ánimos, si hoy en la asamblea vecinal que se convocó en la explanada de la delegación resulta exitosa y se expone una ordenada demanda general de la zona: “no más construcciones, no más casas derrumbadas para levantar edificios de 16 departamentos hechos de unicel”.
En tanto, el gobierno capitalino tiene un nuevo folio autorizado. El Instituto de Vivienda de la CdMx expedirá el cheque de ayuda por 3 mil pesos, solo en tres lugares: Avenida Universidad 800, colonia Santa Cruz Atoyac; San Borja 1215, colonia Narvarte, ambas en Benito Juárez, y Canela 660, colonia Granjas México, en Iztacalco.
Y advierten que “en la primera etapa habrá un proceso puntual de verificación de datos para evitar autorizaciones de apoyos a personas no damnificadas, lo cual es revisado por la Contraloría General del gobierno de la CdMx”.
Faltan más apoyos, también hay gente realmente necesitada en la delegación Tlalpan y Xochimilco, y no se diga en entidades como Oaxaca, Puebla y Chiapas.