Las ruinas de la Procuraduría General de la República
Empiezo con una lista.
En 1987, el procurador general de la República era Sergio García Ramírez, en los siguientes 30 años han ocupado esa silla: Enrique Álvarez del Castillo, Ignacio Morales Lechuga, Jorge Carpizo McGregor, Diego Valadés Ríos, Humberto Benítez Treviño, Antonio Lozano Gracia, Jorge Madrazo Cuéllar, Rafael Macedo de la Concha, Daniel Francisco Cabeza de Vaca, Eduardo Medina Mora, Arturo Chávez Chávez, Marisela Morales Ibáñez, Jesús Murillo Karam, Arely Gómez González y Raúl Cervantes Andrade. Con quien ocupe ese lugar ahora, habrán sumado 17 en 30 años.
Veintiún meses en promedio cada uno, año nueve meses.
Con estos titulares han ido y venido otros tantos o muchos más subprocuradores, fiscales especiales, jefes de la policía de investiga- ción, o ministerial o judicial o como le han puesto cada vez que se les ocurre. Esta es la procuraduría de los desastres, la de La Paca y la de Acteal y la de Iguala y la de la guerra contra el narco y la del desafuero y la de… Es una institución colapsada.
No lo digo yo, lo han dicho muchos de los de la lista de arriba y lo reiteró Raúl Cervantes en su informe al Congreso en febrero. Un informe que debería deprimir no solo a los 16 de la lista, sino a los cinco presidentes de esos 30 años y a los legisladores y a todos.
La mayoría de los asuntos en archivo, sin detenidos, corrupción desatada, diseño institucional hecho pedazos, capacitación casi inexistente… Repito: es el diagnóstico de la PGR sobre la PGR.
Todo esto, además, en medio del nacimiento de la Fiscalía General de la República y el nuevo sistema de justicia.
Por eso es que la decisión que haya tomado el presidente Peña y que conoceremos en las próximas horas es fundamental.
Apostar a un procurador de relleno, o a uno que le cuide las espaldas al gobierno, sería patear a una institución que ya está en el piso.
La fragilidad de la procuraduría, de las procuradurías, la ausencia de estado de derecho y la impunidad son hoy los factores fundamentales que evitan el desarrollo y el crecimiento. Desaprovechar la coyuntura para construir la nueva fiscalía y, como dijo Cervantes ayer, con eso impulsar las fiscalías especializadas y las estatales sería una irresponsabilidad que pagaremos para siempre.
La PGR colapsó, hay que demolerla y construir otra cosa.