“NUNCA TUVE MIEDO, PESE AL 1% DE ESPERANZA DE VIDA”
Ignacio Villalobos puso toda su fe en Dios, a quien le pidió conocer a su hija que venía en camino, hoy ella tiene un año
Ignacio Villalobos Cisneros, hoy puede contar que el cáncer no lo venció, pese a que le daban las más mínima probabilidad para sobrevivir de un sarcoma nasal maligno, mismo que se había esparcido a uno de los pulmones, el cual provocaría que poco a poco él dejara de respirar.
Al día de hoy ha recibido 38 radiaciones, y eso no le ha impedido participar en carreras contra el cáncer, a pesar de la recomendación de su médico, quien le dijo que hacerlo le causarían su fin, ya que el oxígeno no llegaba en buena cantidad a sus pulmones, debido a un tumor en la parte superior.
“El cáncer a mi me lo diagnostican justo cuando estaba cumpliendo un año y tres meses de casado y tres meses de embarazo de mi esposa. Desde un inicio nunca tuve miedo a pesar del diagnóstico, pues me decían que el porcentaje de sobrevivencia es de 1 por ciento a nivel mundial, sin embargo, tenía mucha fe en Dios y le pedía poder conocer a mi hija”, expresó. Recuerda que jamás tuvo algún síntoma de éste mal, pues solo presentaba dificultad para respirar y enseguida un abultamiento en su cuello, por lo que decide ir con el médico, quien se percata de un cuerpo dentro de su fosa nasal derecha y quien decide hacerle una biopsia, recomendándole ir con su médico, por el abultamiento. Debido a eso, al momento de realizarle el mismo procedimiento pero en el cuello, el cirujano se percata que se encontraba todo encapsulado y deciden retirarlo, “el resultado que salió fue que el mismo mal de la nariz, se había regado al cuello”. Villalobos Cisneros, dijo que después de eso tiene que viajar a la Ciudad de México, donde empieza a recibir las tres quimioterapias, repartidas en tres etapas, las últimas siete, muy fuertes con cisplatino, que le provocaron quemaduras, llagas, vómitos y pérdida de peso.
“Al momento que termino las primeras quimioterapias, me hacen estudios para ver qué tanto habíamos avanzado, gracias a Dios el del cuello había sido extraído y ya no había problema, el de la nariz, redujo su tamaño; pero no todo era bueno, se había presentado una metástasis en uno de mis pulmones”, indicó. Expresa que todo se complicó, pues no sabía cómo enfrentar la situación con su esposa, quien estaba esperando a su hija, que ahora tiene ya un año, por lo que decide callar, para evitar complicaciones en su estado de gestación. “Hubo un momento que preferí mejor quedarme en casa de mis papás, porque no quería que ella me viera en ese estado, porque en dos semanas perdí 25 kilos”, comentó. Pese a la situación, comenta que jamás renegó de lo que estaba viviendo a pesar de las burlas por parte de algunas personas, quienes le decían “Vez, a ver dime, ¿dónde está tu Dios?, no tomas, no fumas y ve lo que te manda”.
Al parecer, hoy ha vencido a esta enfermedad mortal y por segunda ocasión corrió la carrera de 5 kilómetros a beneficio del cáncer de mama, en esta ocasión en compañía de su hija, quien lo acompañó en su carriola. En un inicio quiso participar por el hecho de apoyar a las mujeres con cáncer, sin imaginar que él iba a padecer el mismo mal, pero que ahora, con su fe en Dios está a punto erradicarlo.m