Amalia Hernández tuvo un festejo cervantino
La Alhóndiga de Granaditas fue la sede de la doble celebración dancística nacional
El Ballet Folklórico de México, de Amalia Hernández, tuvo la noche del jueves una doble celebración en el Festival Internacional Cervantino (FIC): el centenario del natalicio de esa artista emblemática de esta nación y los 65 años de la fundación de ese grupo que ha llevado la imagen del país a todo el mundo.
Con música de mariachi y son jarocho, la Alhóndiga de Granaditas cobijó una vez más al que es el ballet folklórico nacional por antonomasia. La agrupación dancística ofreció un variado programa de temas, bailables y coreografías tradicionales que retratan el arte, cultura, cosmovisión y personalidad de diversos estados y zonas del país, que se dieron cita sobre el escenario.
También hubo piezas que lo mismo evocaron episodios históricos, como la Revolución mexicana, y fiestas locales, como la de Tlacotalpan. En el encore, “El son de la Negra” y el danzón “Nereidas” dieron por terminada la fiesta que prácticamente ha durado lo que va del año.
El Ballet Folklórico de México ha logrado presentarse en diversos países y lo ha hecho en calidad de embajador oficial de México y ha ganado innumerables reconocimientos en todo el mundo.
A la muerte de su creadora, ocurrida hace casi 17 años, la compañía de danza tradicional se enfrentó al desafío de preservar su legado con los mismos niveles de calidad artística. El reto logró ser superado, lo que hoy permite que las nuevas generaciones puedan seguir disfrutando de puestas en escena que se caracterizan por su vitalidad, su espectacularidad y en donde, a través de la danza y la música, el espectador hace un recorrido por diversos lugares de México. El espectáculo que presentó la noche del jueves es prueba fehaciente de la trascendencia de la maestra.