La ira de Trump y un mundo alerta
Han caído las primeras acusaciones formales del fiscal especial investigando la presunta relación entre el gobierno ruso y la campaña de Donald Trump, y no son poca cosa.
La acusación principal recae ni más ni menos que en el jefe de la campaña de Trump en su primera etapa, Paul Manafort, y aunque la acusación formal no menciona la campaña ni alguna evidencia concreta que involucre al hoy presidente de Estados Unidos, esa acusación debe leerse junto con otra, revelada también ayer, contra George Papadopoulos y por la que este personaje ya se declaró culpable.
Papadopoulos, asesor de la campaña para asuntos de relaciones con el exterior, aceptó haber mentido al FBI sobre una conversación con presuntos representantes del gobierno ruso que habrían ofrecido “lodo” sobre Hillary Clinton a la campaña de Trump. En específico habló de “miles de correos”. El escándalo de los correos hackeados de las cuentas del Partido Demócrata fue uno de los asuntos que más afectaron a Clinton durante la campaña.
Hoy sabemos que Papadopoulos fue arrestado desde finales de julio por los agentes del fiscal Mueller y ha llegado a una negociación con ellos que rebaja sus cargos o su pena a cambio de información.
La acusación contra Manafort, por asuntos tan graves como lavado de dinero y evasión fiscal, seguramente ha iniciado, como es costumbre en Estados Unidos, una negociación sobre rebaja de penas y/o cargos por información que avance la investigación.
Tal vez lo más importante de lo que hoy conocemos es la confirmación de que los rusos quisieron intervenir en la campaña de Trump y que llegaron a personajes importantes.
Como he dicho aquí, está claro que lo único que quiere Trump es ser reelegido. Hoy tiene frente a él la peor amenaza de su corta presidencia que pudiera impedirle hasta terminar este mandato.
Cada vez que Trump se ha metido en algún lío, su estrategia es sacar un nuevo tema y obsesionarse. Los mexicanos lo hemos aprendido bien, a la mala. Por supuesto que lo que sucedió ayer aumenta el riesgo para México: muro, migración, TLC… Pero también para el resto del mundo.
La pregunta es si México, por ejemplo, en lo económico, debería tomar medidas preventivas de mayor magnitud a las que hoy hemos visto. Y el resto del mundo deberá estar alerta frente a la ira de Trump.